No era su exposición más personal —todas las que ha hecho, desde 1998, lo son—, pero sí la "más libre" hasta la fecha, como nos explicaba, hace unas semanas. Ana de Orléans, princesa de Francia, inauguró el pasado jueves 17 de octubre, Acuarelas con alma, una nueva exhibición que reunía algunas obras "muy especiales" —elegidas por ella misma—, de sus más de 20 años de trayectoria. Y según cuentan a ¡HOLA!, la muestra, que pudo visitarse del 18 al 24 de octubre en Madrid —estando ella presente varios días—, ha sido "todo un éxito". Tanto que incluso hubo quien no dudó en desplazarse hasta la capital para disfrutar y descubrir las acuarelas de la princesa artista.
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Doña Ana, duquesa viuda de Calabria y Caserta, lleva exponiendo desde el año 1998, pero lo cierto es que la pasión por el arte corre por sus venas. Evocaba, hace unos años, una "maravillosa" visita, cuando apenas era una niña -tendría unos cinco o seis años-, al Museo del Prado de la mano de su padre, Enrique de Orléans, Conde de París. Fascinada por aquellos tesoros que albergaba la pinacoteca madrileña, pronto se descubrió con un pincel entre sus manos, porque, tanto para ella como para sus hermanos, pintar siempre ha sido algo natural. "Siempre estuvimos muy en conexión con el arte. Pintábamos y yo lo regalaba todo...". "Cuando mis hijos volaron y tuvieron sus vidas propias, tampoco tuve ansia [por exponer], porque la acuarela, para mí, es casi como respirar. Cuando no pinto, siento que me falta algo. En definitiva, cada etapa de la vida tiene su momento, pero en todas ellas la acuarela ha estado presente".
El arte nace para ser compartido y, en su caso -como demuestran las imágenes que acompañan estas líneas-, quiso mostrárselo a sus amigos y familiares más cercanos. Entre ellos, la infanta Elena —gran amiga de la familia—; Piru Urquijo, abuela de Teresa Urquijo, mujer de José Luis Martínez-Almeida; y sus hijas Victoria —quien ha heredado su don y pasión por la pintura— y Cristina de Borbón-Dos Sicilias, que llegó acompañada de su hija, Victoria López-Quesada, en la que fue su primera aparición pública tras su boda con Enrique Moreno de la Cova, en agosto.
"Tengo dos hijas que pintan de maravilla", nos confesaba doña Ana, orgullosa, "y unos nietos que también". De hecho, nos desvelaba que algunos no dudan en pedirle consejo. Aunque no le gusta "transformarse en profesora", comparte, de tanto en cuanto, ciertos "truquillos". "Les divierte mucho estar conmigo, pero no siempre puedo pintar con ellos...".