Leire Martínez, la que ha sido la vocalista de La Oreja de Van Gogh durante 17 años, ha dado su entrevista más sincera y profunda. Desde que el grupo anunció su salida el pasado 14 de octubre con un comunicado, la cantante se volvió el centro de todas las miradas. Una ruptura profesional que no ha estado precisamente exenta de rumores y polémicas que también han involucrado a Amaia Montero, quien tuvo que negar su vuelta a la banda. Ahora, la artista se ha abierto en canal y ha profundizado en los aspectos más duros y complicados de su vida.
La intérprete de Rosas ha sido la protagonista de la nueva temporada del programa de Mediaset emitido en Mtmad, Me quedo conmigo. Un formato dedicado a la salud mental. Leire Martínez se ha sentado en el plató frente a la psicóloga Andrea Vicente para curar las heridas que arrastra desde pequeña y a las que según ha confesado ella misma, le "cuesta poner límites porque muchas veces he tenido la sensación de que no han sabido quererme. Me he sentido invisible". Además, en la conversación que ha mantenido con la experta ha hablado sobre su infancia, su familia, sobre su ruptura con la famosa banda y su relación con Amaia Montero.
Con lágrimas en los ojos, la vocalista ha empezado a recordar los momentos más dolorosos de su vida. Con la ayuda y respaldo de Andrea Vicente, psicóloga especializada en relaciones afectivas, autoestima y gestión emocional. Leire ha comenzado a explicar cómo ha sido su ruptura con La Oreja de Van Gogh: "No me sentía querida y me he sentido muy sola. Cuando vi que me preguntaban en las entrevistas por determinados temas fue cuando me di cuenta de que ahí no era".
También ha explicado que no todo ha ido rodado durante estas casi dos décadas: "Si alguien se cree que en 17 años de convivencia todo ha sido maravilloso, no lo ha sido. El sentido común te dice que si yo no he firmado ese comunicado es porque no estaba de acuerdo con él". También ha explicado cómo es su relación con Amaia Montero: "Amaia y yo nunca hemos sido amigas, somos compañeras. Además, la admiro profundamente. Fue un cierto interés lo de poner el foco en nosotras. Yo no soy rival de nadie. Lo siento, pero no voy a formar parte de la guerra de otros".
Un primer capítulo en el que Leire se ha centrado en su familia y ha explicado cómo compagina la maternidad con su carrera musical: "Yo no quiero que mi hijo me vea llorar continuamente, pero si me tiene que ver llorar, que me vea llorar. Para mí, la palabra conciliación y maternidad son contradictorias. ¿Yo cómo concilio si me tengo que ir a Latinoamérica de gira? Lo quiero hacer por mí, y si el público sigue...Para mí la salud mental es la salud más importante y ese es mi principal objetivo, seguir cuidándome y mimándome".
Ha profundizado sobre el dolor y su relación con sus padres: "Mis padres se separan cuando tengo cinco años y el que se va es mi padre. Además, fue una custodia esquizofrénica. Nadie me explicó nada, solo que pasamos de estar tres a estar dos. No comprendí los motivos. Siempre me quedó claro que la que quiso separarse era mi madre y crecí con la sensación de que a mi padre había que protegerle. Yo adopté un rol con él casi de mamá, de su cuidadora. Crecí con un papá sufridor y una mamá dolida, pero percibía de ella más enfado que dolor. Siempre tuve la duda de si su enfado fue mi culpa o no".
Unas declaraciones muy duras en las que no ha podido contener la emoción cuando ha hablado de que con solo 17 años, tuvo que irse de casa: "Yo he cuidado de mí misma. Me fui de casa muy pronto por necesidad cuando mi relación se rompe con mi padre cuando tengo 17 años. La gente me decía que no podía continuar ahí. Perdí mucho peso, entré en depresión. Todo el mundo lo veía. Fui a servicios sociales para ver si me podían ayudar y entré en una casa a cuidar trillizos. Esa casa, esa familia, me cambió la vida. Fueron claves en mi vida, en mi recuperación, en devolverme muchas alegrías".
Por último, ha explicado que lo que más le ha costado en su vida ha sido poner límites, aunque desde hace unos años, ha aprendido a hacerlo y a darse más valor así misma: "En mi vida me ha costado siempre poner límites en casi todos los aspectos de mi vida. Desde mi familia, las relaciones de pareja, en el trabajo... Me di cuenta a raíz de una relación de pareja. A veces hay un detonante y una situación que te abre los ojos y te das cuenta de que algo no está funcionando".