El pasado 19 de octubre, Día del Cáncer de Mama, Manu Tenorio quiso poner su granito de arena y ofreció un concierto acústico en Nativo Hotel Ibiza a beneficio de la Asociación Elena Torres por la Investigación para la Detección Precoz del Cáncer. Además de contar a ¡HOLA! por qué está tan involucrado con esta causa, el cantante nos descubrió sus próximos proyectos profesionales. Uno es un disco que saldrá en las próximas semanas y que presentará el próximo 20 de noviembre en Madrid. A cinco meses de cumplir cincuenta años, Manu también nos contó lo importante que está siendo para él hacer deporte después del bache emocional que ha sufrido en los últimos meses.
Acabas de participar en un acto benéfico contra el cáncer de mama. ¿Qué te ha llevado a participar en esta iniciativa?
La Asociación Elena Torres se dedica a apoyar y a luchar por la investigación de la detección precoz del cáncer de mama. Colaboro con ellos de manera habitual porque creo que es muy importante y también me motiva especialmente. Además, he colaborado mucho con Sonrisa sin cáncer, que es una asociación que apoya a padres que están atravesando el calvario de tener un hijo con cáncer. Siempre colaboro de alguna manera porque pienso que, en esta vida, tenemos que devolver todo lo bueno que nos llega de alguna manera .
¿Te ha tocado el cáncer muy de cerca?
Hace tres años, mi hermana tuvo un cáncer de mama avanzado. Gracias a Dios se ha salvado, pero la enfermedad deja secuelas y mi hermana sigue con sus revisiones periódicas, como es natural.
Desgraciadamente, esta enfermedad nos toca a todos de alguna manera.
Sí, efectivamente. Como dije en el discurso que di el otro día, el cáncer no diferencia ni de clases sociales posicionamiento. Nos puede tocar a cualquiera. Estas asociaciones hay que apoyarlas, aunque, muchas veces, cuando uno hace cosas por los demás, los hace más por sí mismo que por los demás.
En este caso, al haberte tocado tan de cerca, te implicarás más con la causa.
Sí. La verdad es tanta la gratitud y cariño que recibo que las maletas del amor me las traigo llenas. También es algo que me motiva mucho.
Hablemos de trabajo. Hace más dos años que sacaste tu último disco. ¿No estás preparando nuevo material?
Hace dos años saqué la primera parte de una trilogía con los clásicos de la canción melódica. Ahora estamos con la segunda parte, que se llamará El origen y saldrá a finales de año. La presentación la haremos el día 20 de noviembre en la Sala Kapital y el disco saldrá después. De todas maneras, ya hemos lanzado dos singles. Uno es Momentos, que es un clásico muy desconocido de Julio Iglesias y de las canciones más bonitas que tiene. El otro es Vámonos, que la cantaba el artista y compositor mexicano José Alfredo y que también cantó María Jiménez. Digamos que ha sido un pequeño homenaje a la canción melódica y a María Jiménez, que era un torbellino con su manera de hacer arte.
¿Qué otras canciones o autores versionarás en el disco?
Son canciones estándar que han pasado por muchísimas voces, como Julio Iglesias, José José o Lucho Gatica, que eran clásicos. Lo que pasa es que estamos revisitando esos clásicos y actualizando el sonido para recuperar un poquito la figura del cantante melódico, que es universal, muy bonita. Es un estilo atemporal, aunque tenga más o menos seguidores hoy en día, pero eso es indiferente. Sobre todo, es lo más honesto que yo puedo hacer por mi estilo y mi manera de hacer música.
¿No te ves cantando reguetón?
De momento no. Si lo supiera cantar en condiciones, lo mismo lo haría. Pero, de momento, no.
No es tu rollo.
Es que yo sé cantar, ¿sabes? Entonces, son términos incompatibles.
¿Tu hijo va a participar en alguna de las canciones que has grabado o te planeas que participe?
No, porque tampoco muestra interés por la música. Sí le gusta, pero hay cosas que tienen que nacer solas. Tampoco me gusta presionarlo ni nada por el estilo. Ya tiene once años y no quiero que él piense que invierto en él unas expectativas porque su padre sea músico y cantante. Aparte, me parece que no es justo.
Acabas de celebrar tu aniversario de boda con Silvia.
Efectivamente. Ya son dieciséis años juntos, aunque casados un poquito menos. El otro día, me comentaba un artista que, junto con el de Raphael, probablemente mi matrimonio sea uno de los matrimonios más longevos en el panorama musical (echa una carcajada).
¿Cómo estás tú en estos momentos?
Bueno, estoy bien, muy motivado y muy feliz por el apoyo de la gente, tanto en redes sociales como a nivel personal. Tengo ganas de hacer cosas y estoy con muchos proyectos entre manos. Además del disco, estoy trabajando con Rafa Vergara, que es un productor afincado en Miami, Colombia, Italia y Los Ángeles. Es para otro proyecto que estoy planificando para el año que viene.
Entonces, ¿estás preparando dos discos?
Sí. Date cuenta que, para sacar un disco el año que viene, lo tienes que preparar desde ya. Por eso, estoy trabajando con Rafa Vergara, quien, precisamente, le ha hecho la mitad del disco a David Bustamante y que, curiosamente, da la casualidad de que tiene el mismo primer apellido que yo –Manu Tenorio se llama en realidad Manuel Ángel Vergara Tenorio–. Yo le digo: “Eres mi hermano".
Justo la semana pasada, se cumplieron veintitrés años del estreno de la primera edición de Operación Triunfo. ¿Te planteas volver a la tele de alguna u otra forma?
Estoy en muchos proyectos metido. Cuando ya hemos llegado a los cuarenta y nueve años...
Pues sólo te quedan unos meses para cumplir los cincuenta.
Eso es lo que hay. El otro día me lo comentaban pero es que yo no me lo noto ni física ni espiritual ni anímicamente. Bueno, anímicamente es otra película, pero física y espiritualmente no me lo noto. Estoy muy motivado. Aparte, voy al gimnasio todos los días. Hoy he ido dos veces, que me he puesto un entrenador personal privado.
¿Para la promoción del disco o para ponerte en forma?
Me lo he puesto por muchos motivos. El primero porque la mejor terapia antiaging es el deporte. La segunda es porque hace unos meses atravesé una etapa anímica, personal y de salud bastante dura por la espalda –sufrió una contractura aguda en marzo–. Prácticamente no podía ponerme de pie y llegamos a la conclusión de que el origen radicó en que dejé de ir al gimnasio.
¿Por lo que pasó hace poco de lo del jaleo con los inquilinos?
No, no tiene que ver nada. Fue mucho antes.
¿Ya está superado?
Estoy bien. Lo que pasa es que ha sido duro. Hombre, lo de los inquilinos ha sido un poco doloroso. Sobre todo, sigo exactamente igual que estaba. Se me ha puesto en tela de juicio y encima parece que a algunos medios les interesaba más los datos de audiencia que descubrir la verdad. Pero bueno…
Entiendo que habrás emprendido medidas judiciales para solucionar esto.
Sí.
Como se ha dicho que los inquilinos estaban pagando a Hacienda…
Vamos a ver, ¿qué cabeza estúpida se cree eso? ¿No me pagan a mí y si me están pagando Hacienda? ¿Lo han demostrado con alguna documentación? No tiene lugar esa pregunta.
Hablando del bajón emocional, me vienen unas imágenes tuyas en la calle muy afectado.
Ya, pero de eso no quiero hablar.
Lo que quieres decir es que el gimnasio te ha ayudado.
Sobre todo, volver a la actividad deportiva tiene unos efectos colaterales que no tiene nada que ver con el estado físico, sino también con el estado anímico de las personas. La actividad física genera endorfinas y esas endorfinas ayudan mucho al estado anímico de las personas.
¿Cómo te encuentras en estos momentos?
Me encuentro muy bien, con muchas ganas y mucha ilusión. Estoy deseando que venga el día 20 de noviembre para presentar mi nuevo proyecto