Lourdes Montes se encuentra en un momento de lo más dulce. A sus 40 años, la diseñadora de moda andaluza puede presumir de haber formado una bonita familia junto a Francisco Rivera. En los próximos meses, el matrimonio dará la bienvenida a su tercer hijo en común, un bebé, que todavía no se sabe si es niño o niña, al que Carmen y Curro, de nueve y cinco años respectivamente, recibirán con los brazos abiertos en su casa.
En una entrevista en el podcast de psicología de su hermana Isabel, a la que cariñosamente llaman Sibi, la empresaria se ha abierto como nunca y desvelado cuáles son las claves para que su matrimonio vaya viento en popa. “Somos muy diferentes, pero tenemos muchos puntos en común. Creo que ese es el secreto para que una pareja funcione. Nos compensamos bastante bien, somos generosos a la hora de repartir el tiempo y luego creo que los enfados nos duran muy poco, que es muy importante. No somos rencorosos ninguno de los dos”.
La familia es un pilar fundamental para Lourdes. El bebé que está en camino pone el broche de oro a su hogar cumpliendo el deseo de ser una familia numerosa. Eso sí, la empresaria no ha dudado en reconocer que este embarazo se le está haciendo más complicado que los dos anteriores, tanto por su edad como porque tiene más responsabilidades. “Digan lo que digan, la energía y salud de los treinta no es la misma. Estoy infinitamente más cansada, tengo ya dos hijos y no es lo mismo. Lo estoy notando mucho. Quiero que pasen los nueve meses y tener al bebé. El trámite del embarazo me lo saltaría porque quiero estar al 100% con mis hijos, seguir mi ritmo y no puedo”.
Además, ha querido aprovechar la ocasión para mandar un mensaje a todas esas mujeres que sueñan con ser madres, pero no se quedan embarazadas. Una situación de lo más delicada a la que ella misma ha tenido que hacer frente. “Es frustrante. Les diría que interioricen que lo que ocurre es lo que tiene que ocurrir. Mi experiencia es que cuando no lo buscas ni estás todo el día pensándolo, te quedas”.
Este no es el único tema sensible que Lourdes ha abordado en esta entrevista. La empresaria perdió a su padre con tan solo 11 años. Un proceso de duelo paulatino, puesto que ha notado más la ausencia al ser adulta. “No lo viví como un trauma. Evidentemente fue doloroso, pero cuando tienes 11 años, o por lo menos en mi caso, mi referencia era mi madre. Entonces, el hogar siguió un poco igual. A medida que fui creciendo fui echándolo de menos. Cuando te pasan cosas buenas y las quieres compartir y ver como sería: el casarme, tener hijos… He echado mucho más de menos a papá de mayor que en el momento que murió”.
Otra de las etapas complicadas de la vida de Lourdes se produjo al poco tiempo de comenzar a salir con Francisco Rivera. Tras haber estudiado el grado universitario de Derecho y trabajar en un despacho, se dio cuenta de que no era su verdadera vocación. Entonces, decidió dar un giro de 180 grados a su carrera y emprender creando su propia firma fashion. Una decisión arriesgada, pero que le ha traído muchas alegrías. “Cambié a otra profesión en un sector tremendamente competitivo y con el foco mediático encima. Fue una decisión que me trajo muchos problemas, pero me sirvió para aprender mucho. Ahora, tenemos una marca que va fenomenal, ha sido un triunfo y puedo organizarme muy bien, que cuando tienes niños es un regalo”.