Acompañada por su marido, Íñigo Onieva, Tamara Falcó asistió este pasado fin de semana a uno de los eventos deportivos más prestigiosos del mundo: la legendaria Louis Vuitton 37ª America’s Cup, celebrada en aguas de Barcelona. Considerado uno de los trofeos más antiguos y codiciados en el mundo del deporte, solo un selecto grupo de países, como Estados Unidos, Australia, Suiza y Nueva Zelanda, han logrado vencer en la considerada Fórmula 1 del mar, lo que lo convierte en uno de los retos más difíciles del deporte náutico.
El príncipe Alberto de Mónaco, acompañado por su sobrino Pierre Casiraghi, y la diseñadora y experta en moda Blanca Miró también disfrutaron de la F1 del mar
En esta edición, fue el Emirates New Zealand Team quien se alzó con la victoria y se hizo con la Auld Mug, el codiciado trofeo, presentado en el baúl 'Louis Vuitton Trophy' y entregado por Bernard Arnault, presidente y CEO de LVMH, y Pietro Beccari, presidente de Louis Vuitton, que felicitó al equipo ganador: "Habéis demostrado una habilidad excepcional dentro y fuera del agua, poniendo el listón muy alto para futuras ediciones", y también tuvo unas palabras para el INNEOS Britannia, equipo finalista: "Mi más sincera admiración por vuestro formidable desafío". Por su parte, los marqueses de Griñón aprovecharon su estancia para disfrutar en primera fila de la atmósfera exclusiva que rodea este tipo de eventos, donde se reúnen grandes nombres del deporte, la moda y la alta sociedad, entre quienes se encontraban el príncipe Alberto de Mónaco, acompañado por su sobrino Pierre Casiraghi, y la empresaria y diseñadora Blanca Miró. Para despedir la Louis Vuitton 37ª America’s Cup por todo lo alto, el tenor José Carreras y la bailaora Sara Baras ofrecieron un concierto ante más de 8.000 espectadores, con el que pusieron fin a la Regata Cultural, el conjunto de eventos socioculturales paralelos a la competición náutica.