La muerte de la surfista Giulia Manfrini, de 36 años, ha conmocionado al mundo y aún son muchos los que se preguntan cómo un simple pez aguja pudo acabar con su vida mientras surfeaba en la isla indonesia de Pulau Masokut. La italiana se disponía a coger una ola cuando el pez saltó y le atravesó el pecho cerca de 14 centímetros poniendo fin así a todos sus sueños y aventuras. Su novio, Massimo Ferro, que fue testigo a escasos metros de lo sucedido, ha hecho de tripas corazón, y ha explicado en una entrevista al diario italiano Fanpage cómo sucedieron los hechos y cómo a pesar de sus esfuerzos no pudo hacer nada por salvar a su pareja.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
"No fue un pez espada el que la atravesó", ha aclarado el novio de Giulia. "Fue un pez que tiene la misma forma pero que se llama pez aguja. Era muy pequeño", ha explicado Massimo. "Estábamos en el mar, asistidos desde un barco y Giulia acababa de surfear una ola" detallaba aún intentando asimilar lo sucedido. "Ella subía por el canal mientras charlaba con otras dos personas a su lado. Yo estaba un poco más lejos, acababa de regresar del barco".
"Uno de estos peces saltó del agua y le atravesó el pecho" recuerda Massimo. "Las dos personas que estaban con ella comenzaron a gritar porque Giulia pidió ayuda inmediatamente, había comenzado a perder mucha sangre. Casualmente, pronto llegaron olas más grandes después y la arrastraron hacia la orilla", detalla el italiano.
"En ese momento dos muy buenos surfistas la ayudaron y la llevaron a la orilla sacando la cabeza del agua porque había perdido el conocimiento. Los demás y yo llegamos unos minutos después y tratamos de reanimarla dándole masaje cardíaco. Me intercambiaba con un médico americano que, como nosotros, estaba allí para surfear" añadía el novio de Giulia.
Pero si su estado era realmente crítico las circunstancias también dificultaron las tareas de rescate, aunque como Massimo se repite una y otra vez "fue un accidente". Y es consciente que incluso en otras condiciones, lo más probable es que su chica no hubiera sobrevivido. "Giulia había perdido mucha sangre. Por desgracia, habría sido prácticamente imposible salvarla" señala.
A Massimo y a Giulia no solo les unía su gran afición por el surf sino su gran espíritu aventurero y su pasión por viajar. "Nos conocimos por primera vez en 2018 , habíamos hecho juntos el curso para convertirnos en instructores de snowboard, pero luego no nos volvimos a ver. Nos volvimos a encontrar por casualidad en enero, en Japón. A partir de ahí empezamos a vernos y a viajar. Juntos" contaba el italiano, quien se quedó prendado de la surfista casi desde el primer minuto.
"Giulia vivía cada día como si fuera el último. Ella siempre estaba sonriendo, muy alegre y con curiosidad por aprender sobre el mundo" añadía Massimo, quien al ser preguntado por cómo le gustaría que recordaran a su chica, no tuvo ninguna duda. "Con una sonrisa, ella siempre estaba sonriendo. Tenía un deseo extremo de vivir que abrumaba a todos los que conocía" afirmaba el joven a quien aún le queda mucho para asimilar que ella ya no está a su lado.