A sus 64 espléndidos años, Pastora Vega está disfrutando de sí misma. Como la propia actriz desvela a ¡HOLA!, hace ya "un tiempo" que rompió con el actor argentino Darío Grandinetti, aunque no había trascendido. En lo profesional, acaba de regresar a la pequeña pantalla con la serie ¿A qué estás esperando?, la adaptación del fenómeno literario que acaba de estrenarse en Atresplayer. En dicha ficción, Pastora interpreta a la madre del actor Rubén Cortada, conocido por la serie El príncipe. "Soy madre de un guapo. Igual que mis hijos verdaderos, que son muy guapos también. Yo solo hago hijos guapos", nos dice Pastora con humor.
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—Muchas actrices con cierta edad dicen que no hay papeles para ellas, pero a ti no te falta trabajo.
—No, cariño, hay muy pocos papeles. En la serie tengo uno pequeño, de apoyo. Hay papeles, pero siempre eres 'la madre de', 'la tía de', 'la vecina de'… Se escriben pocas historias para que puedan contar mujeres de mi edad en primera persona. Ahora empieza a cambiar la cosa, porque a mi edad estamos estupendas y nos pasan muchísimas cosas. Pero el machismo sigue, porque un hombre de 60 años es un hombre al que le pasan mil cosas. Sobre todo, si se conserva bien. Nosotras somos invisibles.
—Cualquiera diría que tienes más de 60… ¿Cuál es el truco?
—Los genes de la familia de mi padre, que tiene una piel estupenda. Luego, me cuido. No mucho, pero me cuido.
—Y sin recurrir a operaciones.
—Espero no hacerlo.
—No son lo mejor para la interpretación…
—No, porque se te queda la misma cara que a todas. Respeto mucho a quien lo haga, pero hay una locura… Hasta se operan las niñas de 14 años. Todos con la misma cara… ¡Qué miedo!
—Otra clave para irradiar tan buena energía es el amor. ¿Cómo lo vives en estos momentos?
—Es más complicado (ríe).
—Pero sigues en pareja, ¿no?
—No, desde hace mucho. Ahora estoy disfrutando mucho de mi soltería. Nunca había estado sola y ahora estoy encantada.
Sus hijos e Imanol Arias
—Tus dos hijos —Jon y Daniel, fruto de su matrimonio con Imanol Arias— han seguido tus pasos. ¿Cómo los ves como actores?
—¿Hubieses preferido que no hubiesen sido actores?
—A ver… vivir con esta incertidumbre, no saber nunca si vas a tener trabajo el año que viene o no… Vivir de esto cada vez es más difícil y lo consiguen unos pocos. Entonces, crees que no te llaman porque lo haces mal y te toca mucho la autoestima. Por eso, hay que estar muy bien psicológicamente. Luego, hay que tener un plan B, que es algo que le digo siempre a mis hijos, porque pueden estar un año sin trabajar.
—¿Cómo se encuentra Imanol después de todo lo pasado?
—Aliviado y liberado. Ya era hora. Lo ha pasado muy mal.
—Tenéis muy buena relación.
—Muy buena. Somos familia y tenemos dos hijos que adoramos. Han sido muchos años juntos.