Después de adquirir el año pasado el segundo coche más caro del mundo, uno de los más rápidos, por casi 3 millones de euros, Michael Jordan ha considerado que ahora lo que le hacía falta era algo con lo que surcar los cielos y al igual que hizo Jeff Bezos hace tan solo unos meses, la estrella de la NBA se ha comprado un jet privado, concretamente el modelo Gulfstream G650ER en 65 millones de euros.
Sin embargo, el nuevo avión de la leyenda del basket no se parece a ningún otro, pues decidió personalizarlo totalmente a su gusto pintándolo de camuflaje y colocando el logotipo de su marca en la parte del timón, algo que le habría costaba, la nada despreciable cantidad de 462.000 euros, lo cual es verdaderamente una locura.
Además, el jet lleva en su cola el número, N236MJ, incorporando asi el número 23 que hizo famoso al jugador a lo largo de su legendaria carrera, así como su número de anillos de campeonato (36), seguido de sus iniciales.
Pero siendo francos…¿cuánto importa el dinero cuando eres el exdeportista mejor pagado del mundo? Gracias a los enormes acuerdos de patrocinio con importantes marcas estadounidenses como Nike, se estima que el patrimonio neto actual del miembro del Salón de la Fama de la NBA ronda los 3.226 millones de euros.
El avión además de ser único por fuera también lo es por dentro, pues se ha modificado su longitud ( es 30 metros más largo de lo normal) para garantizar que pueda viajar hasta 13 horas seguidas sin necesidad de reabastecerse de combustible y así poder viajar de Nueva York a Hong Kong o de Los Ángeles a Sídney, sin necesidad de hacer ninguna escala.
Con una capacidad para acomodar a 19 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación, este rey de los cielos cuenta con gigantescos asientos reclinables de cuero beige situados en cada ventana así como con un espacio separado para las comidas, junto con un bar completamente equipado con luces LED.
Pero si comprar este avión solo está al alcance de una minoría, el mantenimiento de la aeronave también, pues tal y como informa el diario The Sun, el exdeportista deberá desembolsar 1,6 millones de euros cada 200 horas de vuelo. El coste de mantenimiento incluye 673.000 euros de combustible, 317.000 de tripulación, 177.000 en revisión del motor y 52.000 en seguro.
Pero además de ser el dueño de este envidiable juguete, con el que Jordan se evitará cualquier tipo de retraso a la hora de coger el avión, el exjugador también posee varias propiedades exclusivas, así como un garaje que incluye Ferrari, Porsche, Aston Martin y Lamborghini, así como el ya mencionado segundo coche más caro del mercado, un Hennessey, que es la estrella de su colección.