Casi seis meses después de su muerte, Pal Auster ha recibido este lunes en Madrid un sentido homenaje por parte de dos de las personas más importantes de su vida: la que era su esposa, Siri Hustvedt, y su hija Sophie. No solo de ellas dos, sino que el tributo también se lo hizo todo ese público entregado que abarrotaba la Sala de Columnas del Círculo de Bellas Artes, más los que no pudieron entrar al recinto después de hacer una larga cola y desafortunadamente quedarse fuera.
El aclamado novelista estadounidense falleció el pasado 30 de abril en su casa de Brooklyn, a los 77 años de edad, debido al cáncer de pulmón que padecía. Su adiós se produjo tan solo unos meses después de la publicación de su último libro, Baumgartner, obra en la que repasaba sus cinco décadas de profesión y hacía una reflexión sobre la vejez, la pérdida y la memoria. "Estaba enfermo cuando la terminó y el final es ambiguo (...) escribió mi propio duelo por adelantado", ha contado su viuda durante el acto celebrado en la capital.
Sobre cómo afrontó su última etapa antes de morir, explicaba Siri que su esposo rechazó cuidados paliativos y eligió la biblioteca como el lugar para despedirse. "Ya no podía hablar, pero podía oírme", ha recordado sobre su precario estado de salud. "Le dije, ‘nos lo hemos pasado bien, ¿verdad?’", cuenta sobre una de esas conversaciones en la intimidad que tuvieron antes del triste desenlace. "Estar casada con él era, sobre todo, divertido", apostillaba al respecto, destacando el gran sentido del humor que tenía Paul.
"A veces se le ocurría una idea y se daba cuenta de que ya había escrito ese libro, pero creo que ese sentimiento de conclusión le ayudó a morir bien", ha explicado. También pudo despedirse de sus amigos, a los que recibió en su casa y contaba bromas e historias. Quiso, además, que cada uno de ellos entendiera lo que esa férrea amistad había supuesto para él. Rodeado de su familia hasta el último suspiro, encaró la muerte con "calma, claridad, valentía y un coraje estoico", algo que Hustvedt a le provoca una "gran admiración", destacando al mismo tiempo "su amabilidad como último regalo" para los que le han sobrevivido.
El evento ha contado también con la actuación en vivo sobre el escenario de Sophie Auster, hija del autor de La trilogía de Nueva York y El palacio de la luna. Acompañada solo por un piano, la actriz y cantante interpretó el tema Blue Team, tema que compuso en honor a su padre y que forma parte de su nuevo álbum Milk for ulcers. Con ella estaba su marido, el fotógrafo Spencer Ostrander, del que se proyectaron en pantalla varias imágenes captadas por él del homenajeado. Con la pareja se encontraba también el pequeño que les robó todo el protagonismo: su hijo en común Miles.
Precisamente, a este niño de menos de un año -nació el pasado 1 de enero- es a quien Paul Auster ha dedicado su última creación. Unas cartas a su nieto que abarcan unas 35 páginas y que podremos leer en las memorias que Siri Hustvedt prepara ya de su difunto esposo, bajo el título Ghost Stories, según ha explicado ella misma. El acto, dedicado a repasar la figura y el legado de uno de los novelistas más influyentes del mundo, contaba también con la participación de los escritores Enrique Vila-Matas e Inés Martín Rodrigo, así como con el guionista y director David Trueba o la editora Elena Ramírez, directora de Seix Barral.
Esta última subrayó que "muy pocos autores han sido tan leídos y queridos" en España como Auster, quien además era un gran admirador de Cervantes y de su obra cumbre universal, El Quijote. La charla ha sido presentada por la periodista Marta Fernández, que leía en voz alta una carta de Pedro Almodóvar para la ocasión. El escritor y el cineasta manchego se conocieron en el Festival de Cannes de 1997 durante un posado multitudinario, lo que supuso el comienzo de su amistad.
Curiosamente, la última película de Almodóvar, La habitación de al lado, habla sobre el cuidado y el acompañamiento a una persona en sus últimas semanas de vida, como le ocurrió a Paul Auster antes de fallecer. Un tema que también aborda otra de las cintas españolas del momento: Los destellos, de Pilar Palomero. El novelista y su mujer tenían muchas cosas en común y por encima de todo estaba su amor a la literatura, hecho que fue reconocido con uno de los galardones más prestigiosos que puede obtener cualquier escritor.
Hablamos del Príncipe-Princesa de Asturias de las Letras, cuya gala de la edición 2024 se celebra este viernes como cada año en el Teatro Campoamor de Oviedo. Auster lo obtuvo en 2006 "por la renovación que llevó a cabo al unir lo mejor de las tradiciones norteamericana y europea", valoró entonces el jurado. Hustvedt, por su parte, lo logró en 2019 como estudiosa e intelectual que se ocupa de las cuestiones fundamentales de la ética contemporánea y la epistemología, "contribuyendo con su obra al diálogo interdisciplinario entre las ciencias y las humanidades", destacaron de ella.