A Jennifer Lopez, en uno de los momentos más difíciles de su vida, le surgen enemigos donde menos los espera. El último que ha alzado la voz y ha puesto un dedo acusador sobre ella ha sido su primer esposo, Ojani Noa, el hombre con el que la Diva del Bronx estuvo casada de febrero de 1997 a enero del año siguiente. Este breve matrimonio sigue haciéndole daño veintisiete años después. Ojani Noa ha elegido el peor momento, cuando el mundo vuelve sus ojos espantados al modus operandi de Puff Daddy, para lanzar su artillería pesada contra Jennifer Lopez. En el programa Despierta América aportó su visión de los hechos sobre la razón principal que provocó el final de su matrimonio: su mujer comenzó una relación primero profesional –Sean 'Diddy' Combs sería productor de varios temas del primer álbum de la cantante– y luego personal con quien hoy es la persona non grata del mundo del espectáculo.
Con sus declaraciones, Noa ha ejemplificado la popular máxima de que “la venganza es un plato que se sirve frío”. Y la ha ejecutado paso a paso. Primero, compartió un post con un supuesto listado con nombres y apellidos de los invitados a las polémicas fiestas de Puff Daddy. Ahí estaba, entre otros, el nombre de Jennifer Lopez. Según Ojani Noa si ha subido a sus redes sociales este listado ha sido para evitar que le sigan preguntando por la calle si él participó o no en las mismas. Tras el post, volvió a la actualidad y fue invitado a distintos programas, como el mencionado Despierta América. Fue durante una conexión en vivo con este programa, cuando verbalizó la causa de su divorcio con la cantante y describió cómo se produjeron los hechos que desembocaron en la disolución del matrimonio: “Yo estaba en Los Ángeles abriendo mi restaurante, Conga Room, y ella estaba entre Miami y Nueva York trabajando en el álbum […]. En esa distancia, en esa separación fue donde comenzaron los engaños, las mentiras, la separación”.
Además de lo anterior, ya de por sí controvertido, Ojani Noa siguió hablando en vivo de su 'ex'. Cuando le preguntaron que qué le diría si la tuviera enfrente, respondió sin titubeos: “Que diga la verdad, que diga todo lo que ha pasado. Y también le preguntaría qué es lo que yo le hice para llevarme a la Corte, para acusarme, para mentir. Que por qué ha creado cosas falsas sobre mí, ha llamado a compañías, a televisiones, para que no me den trabajo. Por qué si yo no le he hecho nada”.
A la vista de todo lo anterior, en unos días, Ojani Noa ha expuesto a Jennifer Lopez de tres maneras y todas ellas perjudiciales para la actriz. Por un lado, aporta unas pruebas, de las que habría que conocer la procedencia, que vendrían a confirmar la presunta asistencia de la cantante a las fiestas que están en boca de todos. Por otro lado, asegura que su divorcio se debió a la aparición de Puff Daddy en escena. Y, por último, por si lo anterior no fuera suficiente, señala a su 'ex' de acusarle falsamente y, de esta manera, boicotear su carrera.
Tres décadas atrás…
Así está la actualidad. Por un lado, Puff Daddy, encarcelado esperando un juicio, que se presume tenso y difícil, y que, si no se modifican las fechas, se celebrará el próximo cinco de mayo. Por otro, Jennifer Lopez aún con las heridas abiertas tras su difícil divorcio de Ben Affleck –del que, por cierto, también habló Ojani Noa, para elogiarlo y solidarizarse con él– y sabiéndose en el ojo del huracán por su relación pasada con Puff Daddy. Por si no fuera suficiente, reaparece Ojani Noa y revuelve con sus últimas declaraciones el ya de por sí turbio río de los rumores que crece al otro lado del océano. Resulta curioso que, durante su transmisión en vivo con Despierta América, Ojani Noa confundiera las fechas de su boda y divorcio con Jennifer Lopez en un año y comentara que su enlace fue en 1998 y su divorcio, en abril de 1999.
En grandes trazos, esta es la escueta crónica de su historia de amor: se conocieron en Miami. Él trabajaba de camarero en el restaurante Lario´s de Gloria Estefan, aunque también probaba suerte en el mundo del modelaje. Entre ellos, surgió un flechazo de tales dimensiones que se comprometieron enseguida (él le pidió matrimonio en medio de una pista de baile); igual de rápidamente se casaron, ante trescientos invitados, el 22 de febrero de 1997; y a la misma velocidad, once meses, separaron sus caminos. Cuando JLO conoció a su primer esposo, ella estaba rodando la película Blood and Wine. Hasta ahí, todo parecía bien. Ninguno reveló en su momento los motivos que los llevaron al divorcio. Enseguida, Jennifer Lopez comenzó una relación, que se prolongó por dos años, con Puff Daddy, pero Ojani Noa no se pronunció al respecto.
La guerra entre ellos se desató en 2004. Jennifer Lopez ya había pasado por varios fracasos amorosos: cargaba a sus espaldas con la separación de Puff Daddy, el divorcio de su segundo esposo, Chris Judd, y el traumático final de su primer compromiso con Ben Affleck. Sin embargo, Marc Anthony, el amigo, el amante fiel, estaba esperándola para ser su tercer esposo. En este contexto, Ojani Noa resurgió del pasado con la idea de publicar un libro sobre su relación con la Diva del Bronx y su vida junto a ella.
De inmediato, el equipo jurídico de la cantante lo demandó porque este quería compartir un vídeo privado de la pareja. Durante cinco años, pelearon en los tribunales hasta que, en 2009, la Corte Superior de Los Ángeles decidió bloquear la distribución del vídeo. He aquí el origen de las grandes diferencias que ahora se han hecho patentes entre la cantante y su primer esposo.
El respetuoso silencio de sus otros 'ex'
En alguna ocasión, J.LO ha mencionado que sus dos primeros matrimonios “no cuentan”, ya que ambos fueron muy cortos (con el bailarín Chris Judd también duró solo unos meses) y que, en ese entonces, ella era muy joven. Cuando inició su gira It´s my Party explicó, en el video promocional de la gira, que si se precipitó a pasar por el altar se debió a su miedo a la soledad: “No es como funciona. Es una mala razón [para casarse]. La razón correcta es cuando encuentras a alguien que te haga crecer”.
Y ahí fue donde aparece Marc Anthony, el cantante de música tropical más famoso del mundo, al que dio el 'sí quiero' en una íntima ceremonia con no más de cuarenta invitados. Sin embargo, el amor entre ellos se prolongó hasta 2011. En febrero de 2008, se convirtieron en padres de Emme y Max, sus mellizos que ya han cumplido dieciséis años. Marc Anthony y Jennifer Lopez se divorciaron, para sorpresa de muchos, sin una mala palabra entre ellos ni un intercambio de reproches públicos. Aunque su vida sentimental se rompió, siempre han tenido buenas palabras entre ellos.
Cuando en julio de 2011, anunciaron su decisión no explicaron por qué rompían su matrimonio. Sin embargo, fue pasando el tiempo y ambos demostraron que sabían mantener una separación en términos amistosos, fundamentalmente por el bien de sus hijos: “Siempre estará ahí para él –reveló en 2017 la actriz y cantante en el programa Live with Kelly–. Compartimos algo muy especial con los niños y lo sabemos. Estamos ahí para ellos y es lo principal”.
Mientras que el resto de sus 'ex' mantienen un discreto silencio en estas semanas agitadas, Ojani Noa se ha despachado a gusto. Ben Affleck, por su parte, es una tumba que no pronuncia ni una palabra en torno a su vida sentimental. El pasado abril, tan pronto como se supo que se rompía el cuento de hadas entre él y Jennifer Lopez –aunque se hizo oficial con su paso por los tribunales, en agosto–, muchos vivieron esta ruptura como algo personal. Ambos artistas habían hecho creer al mundo que el amor, después de dos décadas de espera, era posible; con su divorcio pulverizaban, en el imaginario colectivo, esta posibilidad.
En febrero de 2024, J.Lo había presentado su documental The Greatest Love Story Never Told. En su presentación, con lágrimas en los ojos, habló del amor que compartía con Ben Affleck: “Lo que él dijo, lo que vio en mí y lo que me hizo creer sobre mí misma, solo puede provenir del amor. Porque nadie más podría haberme hecho ver eso en mí. Es muy conmovedor”. ¿Qué sucedió para que dos meses después de estas declaraciones rompieran su matrimonio?
En este mundo lleno de aristas y complicaciones, de tendencia a rizar el rizo, algunos medios estadounidenses han sopesado la posibilidad de que Ben Affleck conociera de antemano la tormenta mediática que iba a provocar la caída de Puff Daddy. Hasta cierto punto era lógico saber que toda la oscura trama orquestada por el productor musical iba a afectar la imagen de la actriz y cantante, pero mientras Ojani Noa se ha lanzado casi a la yugular de su exmujer para hacer leña del árbol caído, Ben Affleck, Marc Anthony y Chris Judd mantienen silencio y dejan que la verdad, dictada por un juez, salga a la luz y no “su” verdad.