Campeona olímpica, tricampeona mundial, quíntuple campeona de Europa y una de las mejores jugadoras de bádminton de la historia. Carolina Marín es una de las galardonadas de este año con el Premio Princesa de Asturias, en su caso en la categoría de Deportes. Reconocimiento que conocimos el pasado mayo y que recibía por su excepcional trayectoria deportiva, además de su capacidad de superación ante la adversidad tras sus graves lesiones y su retorno triunfal a las pistas.
Nacida en Huelva el 15 de junio de 1993, con su oro olímpico en Río 2016, sus tres títulos de campeona mundial y sus cinco campeonatos europeos, su palmarés la coloca como una de las jugadoras más destacadas del deporte de volantes a nivel internacional de todos los tiempos.
Su madre le inculcó el amor por el deporte
Desde muy joven, Marín demostró un talento natural para el deporte, que rápidamente fue acompañado de un duro trabajo y mentalidad ganadora. Su madre, que fue profesora de educación física y es una gran influencia en su vida, fomentó su amor por el deporte y le ayudó a desarrollar su carrera como deportista.
En 2014, cuando ganó su primer campeonato mundial, ya dejó claro que su nombre quedaría grabado en la historia del bádminton. Pero fue en los Juegos Olímpicos de Río 2016 donde alcanzó su máximo reconocimiento internacional, al convertirse en la primera jugadora no asiática en ganar una medalla de oro en esa disciplina.
Su carrera, sin embargo, no ha estado exenta de dificultades y giros de 360 grados. En 2019, una grave lesión en el ligamento cruzado de su rodilla derecha le apartó de la competición, y nuevamente en 2021 sufrió una recaída en la misma rodilla, lo que le impidió participar en los Juegos Olímpicos de Tokio. A pesar de estos duros golpes, Carolina Marín regresó a la competición con la misma energía y determinación que tanto le caracterizan.
Al mismo tiempo, la deportista onubense es una figura destacada en la promoción del deporte femenino. A lo largo de su trayectoria ha sido siempre una voz activa en la lucha por la igualdad de género en este ámbito. En 2021, se reunió con otras deportistas de renombre en la sede de Iberdrola para discutir la importancia de promover el deporte femenino y la igualdad de oportunidades.
Su última lesión en los JJ.OO. que dio la vuelta al mundo
Este 2024, en los Juegos Olímpicos de París, Carolina Marín sufrió una dolorosa lesión en su rodilla en plena semifinal contra la deportista china He Bingjiao. El momento fue desgarrador al desplomarse en la pista tras intentar un golpe decisivo, lo que provocó un profundo silencio entre todos los allí presentes y las lágrimas desconsoladas de la jugadora de 31 años.
Mientras abandonaba la cancha, el público se levantó para brindarle un aplauso sincero ante la frustración colectiva que generó que no pudiese alcanzar su sueño olímpico en esta edición. A día de hoy, se encuentra en un proceso de recuperación con el equipo médico para planificar cuándo será su regreso a la competición.
Una de las estrellas de la gala de los Premios Princesa de Asturias
Tras recibir esta importante distinción, que recogerá en la gala del próximo viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo, Marín ha dado las gracias y explicaba cuáles eran sus sensaciones. "Me siento muy feliz de recibir este Premio Princesa de Asturias de los Deportes, sin duda el galardón más importante de mi carrera", ha dicho.
"Siempre he creído que el deporte sirve para romper barreras y es una fuente de inspiración y valores. Y si estos factores han hecho que yo merezca este reconocimiento, no puedo más que sentirme agradecida por ello. Por último, quiero enviar toda mi gratitud a Sus Majestades y a Su Alteza Real por concederme este honor", apostillaba.