Hay estrellas de Hollywood que, por más fama que alcancen y por más poder que obtengan, siguen irradiando una desbordante humanidad. Este es el caso de Hugh Jackman, el actor que no teme llorar ante las cámaras, ni gritar ante una injusticia, ni pedir ayuda, como hizo estos días, para buscar urgentemente a Zelig Williams, su amigo desaparecido. Tampoco teme enfrentarse a los fantasmas de uno de los momentos más complicados de su vida, su divorcio de Deborra-Lee Furness. A los cincuenta y seis años, el actor que triunfa desde hace años en la piel de Logan, en la saga de Wolverine, escarpa en sus recuerdos para escribir su autobiografía y mostrarse como es, no solo para su público, sino para sus seres más queridos, especialmente para sus dos hijos, Oscar Maximilian y Ava Eliot.
El porqué de estas memorias tiene su origen en septiembre de 2023, cuando Hugh Jackman y Deborra-Lee Furness emitieron el siguiente comunicado: “Nuestro viaje ahora está cambiando y hemos decidido separarnos para perseguir nuestro crecimiento personal”. Emplearon una fórmula muy elegante para informar de una realidad triste: después de veintisiete años de matrimonio, en los que él estuvo siempre para ella, y ella para él, emprendían caminos distintos. Deborra-Lee Furness, trece años mayor que él, siempre pareció la mujer fuerte y segura que aportaba estabilidad a un hombre que, como él mismo reveló, tenía un 'superpoder': la fragilidad. Ahora que ella no está a su lado, el actor ha decidido tomar la pluma y hacer un recorrido por una vida no siempre fácil y, a veces, desgarradora.
En sus últimas entrevistas, muchas de ellas junto a Ryan Reynolds, su compañero de rodaje en Deadpool & Wolverine, ha dejado caer algunos apuntes sobre lo que podremos encontrar en sus memorias que, por otra parte, aún se hallan en la primera fase de escritura. En la cinta, Hugh Jackman se come la pantalla con su energía; en su día a día, este hombre aparentemente sereno, que se oculta detrás de un personaje explosivo, suelta frases del tipo “los hombres que reprimen sus miedos son débiles”.
Según han publicado distintos medios estadounidenses, citando a una fuente cercana al actor, “Hugh ha elegido escribir ahora el libro porque finalmente está siendo honesto consigo mismo y con su divorcio. Este libro es el primer paso”. ¿Qué nos gustaría encontrar en las memoirs de este carismático actor que ha sabido navegar contracorriente en Hollywood?
Momentos inolvidables 'by' Hugh Jackman
El actor australiano (nació en Sídney en 1968) nunca ha ocultado que tuvo una infancia difícil. Hace doce años, protagonizó ante las cámaras del programa 60 minutes, de la CBS, uno de sus momentos más emotivos. Durante la transmisión, las lágrimas empezaron a escapar de sus ojos al recordar el día en el que su madre abandonó el hogar familiar. En el estudio se hizo un silencio sepulcral, mientras el hombre duro de las películas de acción de Marvel, el X-Men incombustible, relataba el momento en el que Grace McNeil dejó a su padre y a sus cuatro hijos para iniciar una nueva vida en el Reino Unido. Su narración de los hechos conmovió profundamente. Si sus memorias se decantan por ese tono sincero e intimista, el éxito está asegurado. "Me acuerdo de la mañana en que se marchó. Es extraño las cosas que eliges recordar. Recuerdo verla con una toalla enrollada en la cabeza y diciéndome adiós. Me fui a la escuela y cuando volví no había nadie en casa. Al día siguiente recibimos un telegrama desde Inglaterra... Mamá estaba allí. […] No creo que ella pensara ni por un segundo que (el abandono) sería para siempre. Creo que pensaba: ‘Tengo que irme y voy a volver’. Papá solía rezar cada noche para que mamá volviera".
Antes de ese momento, Hugh Jackman ya había seducido a media humanidad por esa combinación tan bien medida de fortaleza y fragilidad. Cuando la industria del entretenimiento rinde pleitesía a la juventud, Hugh Jackman rompió moldes y se enamoró profundamente de una mujer trece años mayor que él. Deborra-Lee Furness y él se conocieron durante el rodaje de una serie australiana, Corelli. Eran mediados de los años noventa y el actor quedó impactado por la seguridad y atractivo de Deborra-Lee. En menos de cuatro meses le pidió matrimonio y el 11 de abril de 1996 celebraron su boda, en Melbourne. Intentaron tener hijos, pero la actriz sufrió dos abortos espontáneos. En ese instante, la pareja decidió adoptar. Desde que llegaron a su vida sus dos hijos, Hugh Jackman se ha volcado en ellos. Este es otro de los momentos especiales que el Wolverine de la vida real ha regalado a sus fans: todas las imágenes del actor jugando, cuidando y consintiendo a sus hijos, mientras estos fueron pequeños.
En sus redes sociales, también ha sido cien por ciento Hugh. Honesto y transparente, sin ocultar lo que siente y cómo lo siente. Revolucionó a los más románticos del planeta, cuando escribió, en 2021, un mensaje a Deborra-Lee por sus bodas de plata: “Estar casado contigo, Deb, es tan natural como respirar. Casi desde el momento en que nos conocimos, supe que nuestro destino era estar juntos. En nuestros veinticinco años, nuestro amor solo se ha hecho más profundo. La diversión, la emoción y la aventura más estimulantes; el aprendizaje, aún mayor. Siempre estaré agradecido por compartir nuestro amor, nuestra vida y nuestra familia juntos. Solo hemos comenzado. Deb, ¡te amo con todo mi corazón!”. ¿Nos revelarán sus memorias qué sucedió en los dos años siguientes para que tomaran conjuntamente la difícil decisión de divorciarse? Porque amor no les faltaba.
La batalla contra la enfermedad
Pero aún hay muchas más razones para caer rendida a los encantos, físicos y espirituales, de Hugh Jackman. Su talento ha superado todas las pruebas, incluso la más difícil: salir indemne de la presentación de los Oscar. Cuando fue el anfitrión de la gala, en 2009, logró convencer a una audiencia que comenzaba a mostrar cierto hartazgo por la larga ceremonia. Sobre el escenario, se transformó en un showman que igual hacía reír, que llorar, que danzar –épico momento cuando bajó a buscar al patio de butacas a Anne Hathaway–: cantó, bailó y emocionó por partes iguales. Aunque su carrera está plagada de éxitos, Los Miserables, precisamente con Anne Hathaway, en una actuación de Oscar, supuso un parteaguas en su trayectoria, sin demeritar títulos como El truco final, de Christopher Nolan, o La gran estafa, de Cory Finley.
Y mientras los cineastas se peleaban por tenerle en sus películas, él trabajaba, entrenaba, mantenía a su familia unida y lidiaba con la enfermedad. En mayo de 2015, habló por primera vez del cáncer de piel con el que llevaba batallando desde hacía dos años. Lo superó, pero cada tres meses se realizaba pruebas para tener la enfermedad controlada. En abril de 2023, regresó a sus redes sociales para subir un vídeo que causó gran impacto. Con la nariz protegida con una venda, el intérprete confesaba ante la cámara: “Quiero que lo escuchéis por mí, en caso de que me veáis así por la calle. Acaban de hacerme dos biopsias” y completaba su aparición con el siguiente mensaje escrito: "Sé que ya me han oído hablar de mis carcinomas basocelulares. Voy a seguir hablando de ellos, si es necesario. Y si eso le recuerda a una sola persona que se ponga protección solar con un FPS alto, me daré por satisfecho". Genio y figura de Jackman: a pesar de encontrarse en un momento personal muy delicado, tuvo el arrojo de pensar cómo podía usar su fama para ayudar a los demás. Y lo hizo.
Y un momento más: la forma en la que Lobezno honró a su padre, Christopher Jackman, cuando falleció en septiembre de 2023 a los ochenta y cuatro años: “[…] Mi padre falleció pacíficamente. Y mientras hay una tristeza profunda, estoy lleno de gratitud y amor. Mi papá fue, en una palabra, extraordinario. Dedicó su vida a su familia, su trabajo y su fe. Rezo porque ahora esté en paz con Dios […]. Él me enseñó respeto por los demás, por la educación, por guiarte por tus pasiones. Me enseñó a no dejar nunca de crecer y de aprender. A trabajar duro y a darme cuenta de que la preparación es la base del éxito. Y, por encima de todo, a encontrar el propósito fuera de uno mismo. Te amo papá”.
Durante una entrevista que concedió el actor a su compañera y amiga, Anne Hathaway, confesó abiertamente que él se consideraba un tipo 'aburrido'. ¿Las razones? Según él, es alguien que se toma las cosas muy en serio y que, además, es muy predecible. En un mundo tan revuelto como este, conocer a un tipo así de 'aburrido' reconforta... y hasta enamora.