El emocionante discurso de Sara Carbonero entre lágrimas en el que ha hablado por primera vez en público de su cáncer se ha hecho viral por su valentía. En su intervención en la gala benéfica ELLExHope para recaudar fondos contra la enfermedad, la periodista reconoció que en su lucha contra la enfermedad no ha estado sola e hizo hincapié en lo importante que es estar acompañada en el duro camino del cáncer, “una palabra de la que he huido durante años”, según comenzó diciendo. Junto a ella han estado un grupo de mujeres a las que quiso reconocerles su ayuda, su madre, su hermana y sus amigas incondicionales que no la han dejado ni a sol ni a sombra.
“Ha aprendido que el poder del amor es tan potente, que es capaz de transformarlo todo. Y aquí es donde quiero acordarme de todas las personas que han estado a mi lado incondicional en estos años, que son ya muchos. No voy a decir todos los nombres, pero ellos y ella saben quiénes son”, expresó la comunicadora.
Además de a su familia, especialmente a su madre, Goyi Arévalo, a su hermana, Irene, "las personas que más han sufrido conmigo”, sus hijos Martín y Lucas “mi razón de ser" sus amigas han sido fundamentales en este proceso. “Ya que hay una buena representación de mis amigas, está Raquel [Perera], maestra y compañera de muchas cosas. Mi amiga Isabel [Jiménez, presentadora de informativos Telecinco], la persona que más horas de hospital ha compartido conmigo”. Raquel, exmujer de Alejandro Sanz, e Isabel forman parte de su pandilla de amigas y este agosto se las vio juntas en las playas de Almería.
Vicky Marcos, la maquilladora de Sara Carbonero y de rostros muy conocidos, también tuvo un reconocimiento público por parte de la presentadora: “se encargaba de ponerme guapa cuando yo no me reconocía frente al espejo”. Ana Rivera, quien comenzó siendo compañera de trabajo, fue su representante y ha pasado a ser una gran amiga “es la hermana mayor que nunca he tenido”. Por último, mencionó a Ana Carolina que “ha venido de Portugal, de Oporto, donde viví unos años, pero no solo hoy, sino cada vez que he tenido que ser operada o intervenida”.
Sara Carbonero estuvo cinco viviendo en la ciudad portuguesa de la que siempre ha guardado un maravilloso recuerdo. Llegó a Oporto en julio de 2015 tras la salida de Iker Casilla del Real Madrid y rápidamente conectó con la ciudad y no paraba de hacer planes en la exclusiva zona de Foz do Douro. En septiembre de 2020 regresó a Madrid. Casillas había sufrido un infarto un año antes, se retiró del fútbol y decidieron regresar a casa. Parecía que todo iba bien, pero tras fuertes rumores, el 12 de marzo de 2021 anunciaron su separación.
Las lágrimas de Sara Carbonero al hablar de su cáncer por primera vez en público