Bruce Springsteen con Patti Scialfa© GETTY IMAGES

Quédate con quien te cuide como Bruce Springsteen cuida a Patti Scialfa… y viceversa

Desde hace más de tres décadas, comparten escenario y vida, y protagonizan una de las historias de amor más sólidas del mundo del espectáculo


17 de octubre de 2024 - 16:42 CEST

Quédate con quien te mire como Bruce Springsteen mira a su esposa, Patti Scialfa. Llevan cuarenta años juntos sobre los escenarios, en la E Street Band, y treinta y tres casados, desde que, luchando contra viento y marea, se casaron en 1991. Han sido padres de dos hijos (Evan James, músico; y Sam, bombero) y de una hija (Jessica, jinete especializada en salto ecuestre y medallista olímpica); han brindado miles de veces por la felicidad; han logrado amasar una fortuna que los ha convertido en milmillonarios, pero también han sabido sortear de la mano los problemas que se han ido encontrando por el camino. Si el cantautor ha superado dos fuertes depresiones, la última cuando tenía sesenta años, gracias, en buena parte, a la ayuda de Patti, ahora es él quien está al pie del cañón. Durante el Festival de Cine de Toronto, donde se presentó el documental Road Diary: Bruce Springsteen y E Street Band, se supo que la guitarrista, de setenta y un años, sufre desde 2018 un tipo de cáncer de la sangre. Pocos días después de esta revelación, su esposo ha tranquilizado a los fans asegurando que ella “está bien. Lo detectamos pronto, lo que fue muy importante”. A pesar de esta nota de optimismo, no ha obviado que Patti se enfrenta con valentía a “una enfermedad dura, muy agotadora”. 

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El 'Boss' con su mujer

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El documental, dirigido por Thom Zinny, se estrenará mundialmente el próximo día veinticinco en Disney+. Se trata de un recorrido por las actuaciones en directo de la banda de The Boss durante su gira de 2023-2024, con entrevistas realizadas a todos cuantos han hecho posible el tour. Precisamente en este contexto ha sido donde han surgido las declaraciones de Patti Scialfa: “Esto afecta a mi sistema inmunitario y tengo que tener mucho cuidado con los lugares a los que decido ir […] De vez en cuando asisto a uno o dos conciertos, donde interpreto unas cuantas canciones en el escenario. Eso ha sido todo un reto. Es mi nueva normalidad, por ahora, y la acepto”. De esta manera, la guitarrista y vocalista ha explicado la razón por la que desde hace unos años abandonó la gira, aunque nunca se ha deslindado del todo. Para ella, no tiene precio poder estar sobre el escenario con el músico que más admira y el hombre que ama

Juntos, han transitado por todas las etapas de la vida. Bruce Springsteen, el cantautor que ha sabido transmitir con sus letras el sentir de más de una generación, acaba de cumplir setenta y cinco años. En 2023, tuvo un problema de salud, una úlcera, que le obligó a cancelar algunos conciertos de su gira, pero remontó y regresó a los escenarios con toda la actitud. Por si a alguien le preocupa que esté pensando en retirarse, realizó en Toronto una declaración de principios: seguirá actuando “hasta que no pueda más”, como están haciendo todas esas estrellas que nacieron por los cuarenta del siglo pasado y que claramente son de otra pasta: de Paul McCartney a Mick Jagger, sin olvidar a Roger Daltrey, de The Who, Paul Simon o Patti Smith, su música trasciende su edad. Con su ejemplo, han dejado más que claro que los viejos rockeros nunca mueren. 

Historia de un amor

Y menos mueren si mantienen la ilusión intacta por su familia y su carrera. Bruce Springsteen es una rara avis da la industria discográfica. Ahora que el escandaloso caso de Puff Daddy saca a la superficie lo más sórdido del mundo de la música, Bruce Springsteen viene a demostrar que con talento tanto exceso viene sobrando. Él ha amasado una fortuna estratosférica –según Forbes, el genio detrás de temas como The River o Dancing in the Dark posee una fortuna de unos mil cien millones de dólares–; ha ganado todos los premios habidos y por haber –se halla en el top ten de los más galardonados de la historia en los Grammy, con veinte estatuillas–; y su mayor rebeldía ha sido cuidar la relación que mantiene, durante más de tres décadas, con la misma mujer, Patti. 

Cabe mencionar que tampoco es un santo. Después de una juventud tormentosa y trepidante, a los treinta y cinco años decidió que ya era hora de sentar cabeza y contrajo matrimonio con Julianne Phillips, una modelo y actriz, a la que había conocido en octubre de 1984. Se casaron en lago de Oswego el 13 de mayo de 1985, una medianoche, con ella convencida del paso que estaba dando y él con ciertas dudas que prefería no mirar de frente. Aunque ambos lo intentaron, cuatro años más tarde, el cantante solicitó el divorcio alegando “diferencias irreconciliables”. Ella jamás habló de la separación, aunque él, con los años entonó el mea culpa: “Le fallé como esposo”. 

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El matrimonio con Mick Jagger

Pero regresemos a Patti Scalfia, la compañera en quien el cantante encontró “algo diferente, algo que no había experimentado antes con ninguna mujer”. La estrella del rock relató en una ocasión su primer encuentro: “Era una chica de Jersey que un fin de semana vino desde Nueva York y se puso a cantar con una banda local, Cats on a Smooth Surface… […] Cuando acabó, me acerqué a ella, me presenté en el fondo del bar, buscamos un par de taburetes y nos sentamos durante una hora… o durante los siguientes 30 años, hablando sobre música y sobre todo lo que se nos ocurriera”.

En sus memorias, Born to Run, Bruce Springsteen escribió acerca de su historia de amor: “Es una historia inusual de dos personas que han estado girando en círculos uno alrededor de la otra, tocándose tangencialmente y con cautela durante dieciocho años, antes de conectar”. Si Bruce se refiere a esa cantidad de años es porque su primer encuentro se remonta a 1970. Cuando Patti tenía diecisiete años, contestó a un anuncio para ingresar en la E Street Band, pero Bruce, que tenía veinte años, se enteró de que la aspirante a vocalista de su grupo aún iba al instituto y le recomendó que siguiera con sus estudios. 

En 1984, finalmente los astros se confabularon para que pudieran subirse juntos al mismo escenario. La química se desbordaba y él reconoció que ahí había algo llamado amor. Fue entonces, cuando tomó la difícil decisión de poner el punto y final a su matrimonio con Julienne Phillips: “No había salida digna o elegante para aquello. Iba a hacer daño a una persona que amaba… y punto”. De inmediato, Bruce y Patti se fueron a vivir juntos. En 1990, nació su primer hijo, Evan. En el 1991, contrajeron matrimonio y dieron la bienvenida a Jessica. Tres años después, nació Sam, aunque la familia aún no estaba completa. 

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Bruce y Patti con sus hijos Sam Evan y Jessica

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Bruce y Patti con su hija Jessica

Un abuelo llamado Bruce

Fueron pasando los años y ya han cumplido treinta y tres de matrimonio con sus más y sus menos, indiferentes a los rumores de infidelidad con los que desde hace décadas han tenido que lidiar. Bruce Springsteen ha encontrado en Patti su compañera, pero también su mejor medicina. The Boss no tuvo una infancia fácil: en 2018, confesó que Douglas, su padre, un hombre distante y taciturno, sufrió de esquizofrenia paranoide. Por eso, a Bruce Springsteen le ha perseguido durante toda su vida la idea de perder la razón. En esos días de nubarrones oscuros sobre su alma atormentada, Patti Scalfia sabe como actuar. Según ha contado el propio cantante, su mujer detecta la sombra de la depresión y lo acompaña al doctor con un mensaje muy simple: “Este hombre necesita una pastilla”. 

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Bruce y Patti, compartiendo escenario

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De hecho, Bruce Springsteen ha sido uno de los abanderados del mundo del espectáculo en concienciar a la población sobre la importancia de la salud mental. Él, gracias a su talento, al amor de su familia, y a una buena atención médica, ha tocado las nubes sin separar los pies del suelo. En estos momentos, pendiente de la evolución del cáncer de Patti y sin separarse de lo que le hace sentirse vivo, los escenarios, disfruta de su nuevo papel, el de abuelo. Cuando cumplió setenta y dos años, su hijo menor, Sam, que trabaja como bombero, le dio la noticia de que él y su compañera estaban esperando una niña, Lily Harper, la reina de los Springsteen y la gran consentida no solo de sus abuelos, sino de sus tíos, Evan James y Jessica. Dos años antes de la llegada de Lily, la familia había festejado otra gran alegría; en este caso, de la mano de Jessica. En los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020 ganó una medalla de plata en la prueba por equipos de su modalidad, el salto ecuestre. Jessica brilla internacionalmente, como sus padres, pero muy alejada de los escenarios. Por su parte, Evan James se ha dejado seducir por el mundo de la música: se graduó en el prestigioso Boston College y es cantautor, como su padre

En estos momentos, Bruce Springsteen disfruta de los suyos y llora a los que ya no están. En febrero, fallecía a los noventa y ocho años su madre, Adele, tras librar una larga batalla con el Alzheimer. Su hijo le escribió una suma de frases que podrían ser una de esas canciones, tan de Bruce, que acarician el alma: “Tengo mi bólido en Bond Street. Soy mayor, pero me reconocerás en un abrir y cerrar de ojos. Encontraremos un pequeño bar de Rock&Roll y saldremos a bailar”. Acompañaba estas palabras con un video de él y su madre bailando bajo una luz radiante. Nunca más en la oscuridad.

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