Fue a principios de este mes de octubre cuando el fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, George Gascon, anunciaba que su oficina revisaría la condena de los hermanos Menéndez, condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en su mansión de Beverly Hills hace más de 35 años. Es por este motivo por el que la familia de Erik y Lyle Menéndez se han reunido este miércoles en el Centro de Justicia Penal Clara Shortridge Foltz en Los Ángeles para exigir una nueva sentencia para los hermanos argumentando que los niños sufrieron horribles abusos sexuales a manos de su padre y no son una amenaza para la sociedad.
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El evento, que ha generado una gran expectación, ha contado con la presencia de más de treinta familiares entre los que ha destacado la presencia de la tía de los hermanos, Joan VanderMolen, sus hijos Diane, Arnie y Kathy VanderMolen y su nieto Erik VanderMolen. Tampoco ha faltado el abogado defensor de los hermanos, Mark Geragos, así como la conocida activista y comediante Rosie O'Donnell, quien también ha mostrado su apoyo a la causa.
"No tenía idea de la magnitud del abuso que sufrieron a manos de mi cuñado. Ninguno de nosotros lo sabía", dijo con la voz entrecortada Joan Andersen VanderMolen, de 92 años, hermana de Kitty Menéndez. "A medida que salían a la luz los detalles de los abusos sufridos por Lyle y Eric, quedaba claro que sus acciones, aunque trágicas, eran la respuesta desesperada de dos niños que intentaban sobrevivir a la crueldad indescriptible de su padre" añadía. "Ya han pagado un precio muy alto, desechados por un sistema que no supo reconocer su dolor" terminaba diciendo la anciana con el deseo de poder abrazar a sus dos sobrinos fuera de prisión.
Por su parte, Ana Maria Baralt, prima de Erik y Lyle y portavoz de la familia, señaló que "si el caso se hubiera escuchado hoy, con la comprensión que tenemos ahora sobre el abuso y el trastorno de estrés postraumático, no tengo ninguna duda de que la sentencia habría sido muy diferente". “Si fueran las hermanas Menéndez, no estarían detenidas”, añadió la sobrina de José Menéndez, en la concurrida conferencia de prensa. “Hemos evolucionado”.
Sin embargo, no todos los familiares quieren que los Menéndez sean liberados, de hecho un abogado del hermano de José Menéndez señaló que los hermanos mataron a sus padres a "sangre fría" y que merecen permanecer en prisión. "Las acciones a sangre fría de los hermanos Menéndez destrozaron a su familia y dejaron un rastro de dolor que ha persistido durante décadas" dijo Milton Andersen. "A José le dispararon seis veces y a Kitty le dispararon diez veces, incluido un disparo en la cara después de que Erik recargó su arma" por lo que, según él, deberían permanecer en prisión por su "acto atroz".
Quién no ha estado presente en este acto ha sido el fiscal Gascon, un progresista que se postula a la reelección y quien comunicó a través de su oficina su ausencia en esta convocatoria. "No se ha tomado una decisión sobre el caso de Menéndez. Una vez que el fiscal de distrito Gascón haya tomado una decisión, se notificará a los familiares de las víctimas y al público", se indicó en el comunicado.
Por su parte los hermanos se sienten "cautamente optimistas" sobre la revisión de los fiscales, tal y como dijo su abogado Geragos quien ha presentado dos nuevas pruebas, las cuales, como hemos mencionado anteriormente, están siendo estudiadas.
Entre ellas se encuentra una carta que Erik le escribió a su primo Andy Canto ocho meses antes de los asesinatos, en la que detallaba los abusos que sufría por parte de su padre. La otra es una declaración del exmiembro de la banda 'Menudo', Roy Rosselló, en la que afirma que también fue agredido sexualmente por José Menéndez, que trabajaba con la banda como director de operaciones de RCA Records.
Los hermanos fueron a juicio en 1993 y admitieron haber disparado a sus padres con un par de escopetas, pero argumentaron que lo hicieron en defensa propia después de años de abuso emocional, físico y sexual por parte de su padre.
Los fiscales argumentaron que los hermanos planearon metódicamente el asesinato de sus padres (mientras la pareja veía la televisión) para poder heredar su patrimonio multimillonario. Sin embargo, el primer juicio se declaró nulo después de que el jurado no lograra llegar a un acuerdo.
En el segundo juicio, celebrado en 1995, no se permitió que se presentaran muchas de las pruebas relacionadas con el supuesto abuso sexual. Un jurado declaró a ambos hermanos culpables de asesinato en primer grado y fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
El caso ha vuelto a captar la atención pública con el lanzamiento de la miniserie de Netflix Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, creada por Ryan Murphy, y el documental Los hermanos Menéndez. Ambos relatos han expuesto el tormentoso pasado de los hermanos, quienes alegan haber sufrido abusos sexuales, físicos y emocionales a manos de su padre, José Menéndez, un exitoso ejecutivo de una discográfica.
Pero mientras todo esto ocurre los hermanos continúan en prisión, donde han pasado más de 28 años desde su condena. El debate sobre su posible liberación ha generado una división de opiniones, entre quienes consideran que deberían ser liberados debido al abuso que sufrieron, y quienes creen que el asesinato de sus padres no justifica la magnitud de sus crímenes.