Nunca es tarde para saldar una cuenta pendiente ni para que se haga justicia y sino que se lo pregunten a la brasileña Gislayne Silva de Deus, de 36 años, quien tras una vida dedicada a encontrar al hombre que mató a su padre, hoy en día puede decir que lo ha conseguido.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Gislayne, que tan solo tenía 9 años cuando un delincuente disparó a quemarropa a su padre, Givaldo José Vicente de Deus, de 35 años, en un bar de Boa Vista, Brasil, en 1999 por una deuda de 24 euros, ha logrado cerrar ahora el que posiblemente era para ella el capítulo más doloroso de su vida tras arrestar a Raimundo Alves Gomes, de 60 años, el único culpable de la muerte de su padre.
Desconsolada y atormentada por la pérdida de su progenitor, la brasileña tuvo claro desde un principio que vengaría su muerte y a los 18 años comenzó a estudiar derecho para convertirse en abogada. Sin embargo, años después se presentó al examen de ingreso a la policía y se convirtió en agente, llegando incluso a trabajar en una prisión. "Cuando era policía de prisión, siempre me imaginaba que el asesino llegaba allí para cumplir su condena", confesó a los medios locales.
Posteriormente consiguió un puesto en la División de Homicidios donde tuvo la posibilidad de recopilar información sobre el asesino de su padre, a quien siguió muy de cerca la pista hasta conseguir dar con su misterioso paradero pues a pesar de que había sido declarado culpable del asesinato en 2013 o se dio a la fuga en 2016 después de que se emitiera una orden de arresto en su contra, unos 14 años después de haber cometido el crimen.
"Con su detención, limpié mi alma y la de toda mi familia. Fue el fin de un ciclo. Hoy tenemos paz y la sensación de que se hizo justicia", declaró Gislayne, reconociendo que, aunque este arresto no devolverá a su padre, al menos el asesino pagará por sus actos.
El padre de Gislayne estaba jugando al billar en el barrio Asa Branca de Boa Vista cuando Alves Gomes apareció para cobrar la deuda de 24 euros. Ella ha relatado que su progenitor trató de resolver la situación ofreciéndole al asesino un congelador, pero él se negó y se marchó del lugar para regresar media hora después armado con una pistola.
La pareja se peleó a golpes y el padre de ella acabó recibiendo un disparo mortal. Fue trasladado de urgencia al hospital, pero murió a causa de las heridas.
Gislayne tiene tres hermanas y un hermano, quien tan solo tenía solo dos años cuando su padre fue asesinado.