Después de la boda íntima que protagonizaron el 21 de septiembre en el Monasterio de Santa María de La Vid (Burgos) y de celebrar su unión con familiares y amigos el 5 de octubre en Madrid, Irene Villa y el coach David Serrato se han ido de luna de miel. Es cierto que ambos ya habían pasado unos días en México entre las dos ceremonias, pero es ahora cuando han decidido emprender su viaje de recién casados de verdad. Y la verdad es que lo han comenzado de una forma de lo más peculiar.
Este sábado 12, Irene y David se han desplazado a Galicia para realizar un tramo del Camino de Santiago. La particularidad es que no han disfrutado de su aventura solos. Tal y como ellos mismos nos avanzaron hace unos días, los dos han compartido su recorrido “con un montón de personas con discapacidad de toda España, con la fundación”.
No han sido los únicos que han estado con los recién casados en su Camino de Santiago, ya que también se han sumado algunos jóvenes de Up to You. “Es una ONG de Canarias que trabaja con chavales con temas pendientes en la justicia. Los padrinos somos Vicente Del Bosque y yo”, nos explicaba la periodista y deportista de esquí adaptado, antes de partir hacia tierras gallegas.
Ya ha sido este lunes 14 cuando Irene y David han llegado hasta la fachada de la Catedral de Santiago de Compostela y ella lo ha hecho montada en una bicicleta adaptada para discapacitados, que es como ha realizado su periplo. Por supuesto, su presencia no ha pasado desapercibida entre el resto de peregrinos, quienes se han fotografiado con Irene en la emblemática plaza del Obradoiro.
Aunque los recién casados hayan terminado su Camino de Santiago en buena compañía, su viaje de novios no ha hecho más que empezar. Como nos desvelaron recientemente, Irene y David tienen previsto volar hasta Perú en los próximos días. “A finales de octubre, nos queremos ir Machu Picchu. Otro de mis viajes soñados era ir a Perú y me apetece un montón”, nos confesó la deportista y periodista de esquí adaptado.
No es la primera vez que Irene y David cruzan el océano Atlántico desde que contrajeron matrimonio. Después de su ‘sí, quiero’ en el monasterio burgalés, Irene y David disfrutaron de una escapada a México. “Estuve dando una conferencia en Monterrey y, luego, nos fuimos tres días a Cancún”, nos contó ella, que no puede sentirse más satisfecha por haberse casado con el coach. “No me cansaré de decir que David es una lotería. Es muy difícil encontrar alguien que sea tú”, nos afirmó emocionada, tras la boda civil.