La de Alice Campello y Álvaro Morata es una de esas rupturas que rompen esquemas entre su público. Cuando anunciaron su separación a mediados de agosto dio la sensación que cortaban también con todos aquellos que se miraban en su espejo aspirando a ser la pareja perfecta. Desde entonces, los acercamientos, o distanciamientos, entre ellos no han dejado de suscitar comentarios, rumores y especulaciones a las que se han mantenido siempre ajenos. El verano acabó dando un giro a sus vidas y adaptarse a la nueva realidad no es fácil. Casi dos meses después, la ya expareja parece asentada en su nueva etapa que les sitúa aún separados, pero sin embargo, muy cerca.
Para ser justos, la hoja de ruta de Álvaro Morata estaba mucho más clara que la de Alice, aunque no por ello el cambio de vida ha estado exento de contratiempos. El futbolista había fichado meses antes por el Milan, uno de los clubes de la ciudad en la que conoció a Alice, por lo que sus planes no estaban necesariamente condicionados por la ruptura. A finales de agosto debutó en su nuevo equipo y se instaló en Corbetta, una pequeña y tranquila localidad a 30 kilómetros de Milán. Sin embargo, la desafortunada bienvenida del alcalde a través de sus redes sociales echó al traste su proyecto. Al delantero no le sentó nada bien que el edil desvelase dónde residía porque sintió que comprometía su seguridad y la de sus cuatro hijos, lo que le obligaba a mudarse de manera inmediata.
En el caso de Alice, la empresaria ha tenido que tomarse un tiempo para pensar qué camino tomar y reorganizar su vida. En un principio no se trasladó inmediatamente a su país, sino que se quedó en su casa de Madrid, en la exclusiva urbanización de La Finca, donde encontró la tranquilidad que necesitaba en un momento de tantas turbulencias emocionales. Allí se volcó en sus hijos y contó con el apoyo de su familia y de sus amigos que no la han dejado sola en un final de verano tan abrupto y complicado. Decidió no mover ese ancla que tenía ya desde hacía unos años en España, a pesar de lo tentador de volver a su país natal, e incluso los niños comenzaron al colegio en Madrid. Las imágenes de la ya expareja acompañándolos en su primer día fueron las primeras juntos desde que se anunció la ruptura.
Con sus hijos, Alessandro, Leonardo, Edoardo y Bella, como eje central de sus vidas y sus movimientos, comenzaron a trazar su camino en países diferentes y entre rumores de reconciliación. Rumores a los que nunca dieron pábulo como tampoco le dieron a los que apuntaban a que su ruptura se debía a terceras personas. Entonces, su entorno desmintió a ¡HOLA! que estuvieran pensando en volver a estar juntos, aunque sí mantenían contacto diario. Paradójicamente, ahora que de nuevo residen en la misma ciudad, las especulaciones apuntan en la dirección opuesta.
Fue a finales de septiembre cuando Alice dio un volantazo a sus planes y anunció que comenzaba una nueva vida en Milán junto a los niños y muy cerca de Álvaro. Un giro de guion que ya había adelantado ¡HOLA! en exclusiva cuando publicó unas imágenes de ella de compras en Italia. Arrancó su andadura en su país natal con una agenda apretada que la llevó a Nueva York en una corta pero intensa escapada, para después volver a su ciudad, donde no le falta el apoyo de sus padres, Andrea y María, y su hermano Alessandro con los que se le ha visto disfrutar de su compañía y de la ciudad que tanto significa para ella. Como Morata, ya se ha instalado en su nueva vivienda -con suerte en su caso la definitiva- de la que ha mostrado algunas imágenes, como el acogedor salón que ya ha decorado.
Lo cierto es que la influencer rezuma ilusión ante esta etapa en la que finalmente parece que la familia vuelve a estar muy cerca (físicamente), aunque, por el momento, sus caminos siguen transcurriendo por separado. Álvaro Morata ha hablado sobre la ruptura en una entrevista en la Cadena Cope en la que ha sido tajante: "La gente no entiende que hay cosas que termina sin ningún motivo, sin terceras personas. Alice es una persona que me ha ayudado muchísimo, que la quiero mucho, que la respeto mucho, pero que tenemos opiniones diferentes, ahí está, se acabó". En esa misma conversación también abordó sus problemas de salud mental y la depresión que atravesó, otra cuestión que sin duda ha marcado los últimos acontecimientos de su vida. Alice y Morata están juntos, pero no revueltos, en Milán y, en cualquier caso, su nexo de unión, su denominador común y el centro de la mayor parte de sus decisiones serán siempre sus hijos.