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La actriz granadina, Elisa Montés, ha muerto a los 89 años, dejando atrás una exitosa carrera delante de las cámaras. Encarnó a la inolvidable Carmen, la madre de Bea y Tito en la mítica serie de principios de los 80, Verano azul. Aunque llevaba un tiempo alejada de los focos, el legado que deja en nuestro cine y nuestra televisión es innegable, con papeles en Adiós, Texas o El último guateque. Una de sus últimas apariciones en televisión fue en el año 2017, donde acudió al plato del programa de Telecinco, GH VIP, donde participaba su hija Enma Ozores, fruto de su matrimonio con el también actor Antonio Ozores. Perteneciente a una saga de grandes actrices, Elisa era hermana de Terele Pávez y Enma Penella. Las tres hermanas trabajaron juntas en la película La cuarta ventana, en 1963.
© GtresonlineUna familia de artistas
Elisa nació y creció en una familia de artistas, ya que su abuelo fue el compositor de música, Manuel Penella Moreno. Sin embargo, Montés siempre sintió un especial interés respecto al mundo del séptimo arte y decidió volcarse en la actuación y no la música; doamino que siguieron con el mismo éxito sus dos hermanas, Terele Pávez y Enma Penella. Si por si esto no fuera poco, Elisa se casó en 1960 con el también actor Antonio Ozores, con quien compartiría pantalla en diversas películas como Alegre juventud o Suspendido en sinvergüenza. Su matrimonio duró 8 años y fruto de esa relación nació su única hija, Emma Ozores.
© GtresonlineDos sagas unidas
Elisa Montés era la hija del político falangista, Ramón Ruiz Alonso, conocido en la historia de nuestro país por ser la persona que delató al poeta Federico García Lorca que, más tarde, murió fusilado. Sus tres hijas renegaron del apellido de su padre. Esa es la razón por la que, siendo hermanas de padre y madre, tienen tres apellidos distintos. Los Penella, por su parte, fueron compositores, músicos y actores que han llegado hasta nuestros días vinculados a la familia, también de actores, los Ozores.
© Getty Images
Una exitosa carrera
Elisa Montés también dejó su huella en el teatro. Uno de sus mayores logros en los escenarios fue su interpretación en Enrique IV (1958), de Luigi Pirandello, dirigida por José Tamayo. Esta obra, representada en el Teatro Español de Madrid, marcó un hito en su carrera y la afianzó como una actriz de gran calibre en la escena teatral española. Aunque su presencia en cine y televisión fue disminuyendo con los años, Montés potenció su carrera teatral. Destacó con obras como Es mentira (1980) y el monólogo Las prostitutas os precederán en el reino de los cielos (1984), de José Luis Martín Descalzo, obra que representó durante diez años con gran éxito de crítica y público.
