El sábado 5 de octubre, alrededor de 400 invitados se dieron cita en Sevilla, para ser testigos de la romántica boda de Constanza Villar-Mir y Daniel Cruz, en una de las parroquias más conocidas de la capital hispalense, la de Santa Ana, en Triana.
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Constanza es la segunda de las hijas de Juan Villar-Mir de Fuentes —hijo del fundador de la hoy conocida como OHLA— y Cristina Palacios, y junto a él, que ejerció de padrino, llegó la felicísima novia a bordo de un coche de caballos, por las calles del barrio sevillano.
En el altar la esperaba su novio Daniel Cruz, acompañado de su madre, Pilar Vega, que vistió un conjunto verde con un original tocado, que no dejó a nadie indiferente por su originalidad. Mientras su hijo vistió un clásico chaqué (como el padrino), la novia se convirtió en el centro de todas las miradas con un diseño de Ze García, con una falda de varias capas de tul, al más puro estilo bailarina.
La novia, la segunda de las hijas de Juan Villar-Mir de Fuentes, celebró la fiesta posterior en la finca familiar, ubicada a las afueras de Sevilla
Tras una preciosa ceremonia celebrada a última hora de la mañana, todos ellos pusieron rumbo a la finca familiar de la novia, Hacienda San Juan El Letrado, ubicada a las afueras de la capital hispalense. En sus jardines, estaba todo organizado al detalle por las expertas manos de Eva Iglesias, de Bodas Colorín, la misma wedding planner que, hace unos meses, se encargó de la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo. De hecho, fueron las mismas floristas, las hermanas Barreiros Cotoner, fundadoras de Aquilea, las encargadas de decorar todos los espacios del enlace y de confeccionar el ramo, con el que la novia caminó hacia el altar del brazo de su orgulloso padre.
Ya en la finca, todo estaba dispuesto con mesas italianas, decoradas con colores vivos, para servir el suculento almuerzo encargado a Ciboulette, uno de los caterings favoritos de la alta sociedad. Tras un cóctel, en el que todos pudieron saludarse y felicitar a los novios, se sentaron como manda la tradición y tomaron un servicio de tres pases. Salmorejo con burrata, aceite de trufa y tomate seco, de entrante; picantón relleno de foie con salsa de trufa, cebollitas perla glaseadas con azúcar de caña y patatas paja, de principal, y tarta árabe de obleas, crema inglesa y almendras escarchadas, de postre.
Tras la comida, todos ellos disfrutaron de una divertida fiesta, que se alargó hasta la madrugada y que comenzó con el tradicional baile de los novios, que escogieron una animada sevillana para gran disfrute de los presentes. Cuando terminaron, bailaron con los padrinos varias canciones mezcladas, que supusieron la antesala de la gran fiesta, animada por otro de los favoritos de las bodas, el DJ Adrián Lozano, que actuó sobre un gran escenario, acompañado de un gran espectáculo de luz y sonido. No fue la única actuación. José Manuel Soto les cantó una canción a los novios. Una sorpresa preciosa.
Invitados VIP
Un fin de semana repleto de celebraciones, al que no faltaron algunos de los amigos más conocidos de ambas familias. Entre los invitados, tal y como adelantó la revista ¡HOLA!, se encontraban Ana Rosa Quintana y su marido, Juan Muñoz; Pepa Muñoz, chef de El Qüenco de Pepa; José Mercé y su mujer, Mercedes García; Israel Bayón, José Ramón de la Morena; Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros, entre otros. Una boda inolvidable.