Hace 11 años que comenzó su lucha y, dentro de unos días, le podría poner el definitivo punto final. Es la ardua batalla judicial que ha mantenido, desde 2013, Rosario Bermudo. Primero, por ser reconocida como hija del aristócrata Leoncio González de Gregorio y Martí. Después, por acceder a la parte proporcional de la herencia que le corresponde de su difunto padre, el que fue marido de la duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo, más conocida como la Duquesa Roja.
Rosario lo ha conseguido en ambos casos, aunque todavía le queda un último capítulo por vivir: el juicio que comienza este miércoles 8 de octubre en Soria. Ha llegado ya a un acuerdo con tres de su cuatro hermanos, Leoncio, Gabriel -con quien mejor se lleva- y Javier, por el que estos le pagarán una cantidad total en torno a los 1.2 millones de euros, nos cuenta el abogado de la demandante, Fernando Osuna. La fortuna de Leoncio, fallecido en 2008 tras una enfermedad degenerativa, llegó a tasarse hace unos años en unos 17 millones de euros.
Dos de los hermanos ya le ha abonado a Rosario lo pactado, tras la primera parte del juicio que se celebró a finales del pasado mayo y principios de junio en la ciudad castellanoleonesa. Con quien no hay entente es con su hermana Pilar González de Gregorio, la heredera universal de lo que dejó escrito el noble en su testamento, ya que esta "no nos satisface con lo que ofrece". Así lo expresa el conocido letrado, que ha llevado otros casos de filiación tan mediáticos como el de Manuel Díaz 'El Cordobés' y su padre Manuel Benítez.
"Son cantidades muy alejadas de lo que pedimos", apostilla Osuna, y "es ridículo" porque son "bienes a subvenciones agrícolas" que a Rosario, a sus 73 años, "no le sirven de nada". En definitiva, solicitan "dinero en metálico" que termine de completar esa cuota hereditaria destinada a la que de niña llamaban 'La condesita' en su Écija natal. Así, en este proceso que empieza ya, asegura el abogado que no esperan sorpresas y la justicia les dé nuevamente la razón. "En diez-trece días habrá sentencia de la jueza", asevera.
Recuerda el letrado que ha pasado más de una década desde que arrancó el primero de los litigios, cuando "nos dieron la razón tres estancias, hasta el Supremo". Fue cuando se reconoció que Rosario era hija de Leoncio, aportando para la prueba de paternidad un ADN que coincidía en un 99,99%, la máxima genética que se puede conseguir. Para llegar hasta ahí, un juez había autorizado la exhumación del cuerpo del marido de la Duquesa Roja en el cementerio de Quintana Redonda (Soria) para la obtención de muestras óseas.
Una vez cotejadas, se supo fielmente que Rosario Bermudo nació fruto de la relación entre el aristócrata madrileño y Rosario Muñoz, quien trabajó como sirvienta en la finca que la familia tenía en Badajoz en 1951. Todo ello, cuatro años antes de que este se casase con la Duquesa, en 1955. Tras quedarse embarazada, la joven criada fue despedida y quedó absolutamente desamparada en la España de los 50. "Una mujer inculta y en esa situación", recuerda el letrado, sobre aquella chica que tuvo que sobrevivir como pudo trabajando como limpiadora en la España de la época.
Felizmente, logró rehacer su vida con el paso del tiempo, contrajo matrimonio y tuvo otros seis hijos, los hermanos de Rosario Bermudo por parte de madre que "le han estado apoyando mucho" en todo este proceso judicial, nos dice Fernando Osuna. Ama de casa y con una pensión de 800 euros al mes, reside en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz en un piso de protección oficial. Casada y con tres hijos, ahora el escenario ha cambiado completamente para ella, tras sus diferentes victorias en los tribunales que seguro le harán vivir mucho mejor.
Los hijos de la Duquesa de Medina Sidonia ganan otra batalla judicial por la herencia