La nueva entrega de MasterChef celebrity 9 se ha saldado con dos eliminaciones, aunque una de ellas ha sido del todo inesperada. Los jueces sorprendían anunciando que la primera prueba dejaría ya el nombre de un expulsado, que en este caso fue Cristina Cifuentes. Un plato de setas mal lavadas fue el detonante de su salida, aunque lo que no saben sus compañeros es que, gracias al delantal de la inmunidad, podrá regresar la próxima semana. Tampoco se esperaban, ni ellos ni los jueces, que la prueba final acabara con una salida voluntaria, la de Rubén Ochandiano, que decidió poner fin a su andadura en el programa.
Pasó eso sí por todas las pruebas. La primera se centró en la cocina italiana, con la elaboración de pasta fresca y una salsa que la acompañara, test en el que Cristina Cifuentes suspendió. La más afectada por su marcha fue Inés, con quien ha forjado una relación muy cercana desde que comenzó esta entrega. “Me alegro de que el programa te diera la oportunidad de despojarte de una imagen que no eres” le dijo Inés antes de que se marchara.
Viajaron después a Galicia, concretamente a las Islas Cíes, en Vigo, donde Hiba y Pelayo (los mejores de la prueba anterior) capitanearon los equipos. El menú estuvo diseñado por cuatro cocineros de la zona: Xosé Magalhaes, Luis Veira, Lucía Freitas y Daniel López. Diseñaron unos platos destinados a 100 comensales, entre visitantes y trabajadores del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Hubo fallos en ambos equipos y por ello fueron cuestionados por los jueces por el desorden y los platos fallidos.
Rubén cuelga el delantal voluntariamente
Antes de dar su veredicto los capitanes pudieron salvar a un compañero y así Francis, salvado por Hiba, y Topacio, salvada por Pelayo, subieron al balcón. También tuvieron la opción los capitanes de salvarse uno de ellos y fue Pelayo quien decidió que su amiga subiera a la galería. La chef Lydia del Olmo les explicó, antes de la prueba de eliminación, en qué consiste la hidroponía, que es un método de cultivo sin suelo que utiliza unas soluciones minerales para lograr un importante ahorro de agua, de energía y de espacio para lograr productos de calidad, sin desperdicio y respetando el medio ambiente.
El reto consistía en elaborar un plato de tiny food (comida diminuta), con ayuda de utensilios también de pequeño tamaño y con ingredientes procedentes del cultivo hidropónico. Se fueron salvando aspirantes hasta que quedaron Pocholo, Itziar y Rubén, aunque antes de que los jueces se retiraran a deliberar, este último les frenó. “Quiero decir una cosa. Me voy a ir yo porque he dejado de pasármelo bien. Quiero quedarme con lo más rico y prefiero marcharme. Estoy bien y tranquilo. Lo estoy sintiendo así y con todo el respeto y el cariño al programa”.
Explicó que se lo ha pasado muy bien, pero que no ha acabado de encontrarse a gusto. “Prefiero quedarme con la sensación de cariño y gratitud. Me lo he pasado en grande con vosotros. Me cuesta muchas veces llegar a un grupo. Aquí he sentido que, en un momento u otro, con todo el mundo nos hemos visto el corazón” comentó. Los jueces, a pesar de la pena, respetaron su decisión igual que sus compañeros que, sorprendidos y apenados, le despidieron desde la galería.