La tensión está en su punto álgido en Hermanos. Las alianzas, los planes ocultos y los secretos siguen campando a sus anchas, aunque cada vez están más cerca de salir a la luz. También el amor está en el ambiente con la pedida de mano de Ömer a Süsen, quienes acaban de vivir uno de los momentos más especiales prometiéndose con sus seres queridos como testigos. Pero, después de lo que acaba de descubrir Nebahat, queda en el aire si llegarán a casarse.
La madre de Doruk, tras encontrar el pendrive con el vídeo donde se puede ver cómo fue Süreyya quien atropelló a Suzan acabando con su vida, se presenta en casa de la mujer para pedirle explicaciones, sin saber que allí está teniendo lugar la celebración de los dos enamorados. Ambas mantienen una fuerte discusión. Los dos jóvenes salen buscando una respuesta. Al verlos, Nebahat se dispone a contarle a Ömer toda la verdad antes de que se case con la hija de la asesina de su madre, pero acaba guardando silencio a cambio de que Süreyya le devuelva su dinero y de que rompa con Akif.
Una batalla ganada, pero no el fin de la guerra
Ayla está muy feliz por haber hecho las paces con Berk y por haber sacado a Göhkan de la ecuación. Sin embargo, no saben que el padre biológico del chico es ahora más peligroso que nunca, sobre todo, después de que el joven se enfrente a él y le quite todos los poderes que le había dado para administrar y controlar su fortuna y patrimonio. Al verse sin nada y en la calle, el hombre está dispuesto a vengarse y a lo que sea necesario para obtener dinero.
Por otra parte, la relación con Elif no mejora. Cuando la chica va a casa a recoger sus cosas, Ayla trata de hablar con ella y de recuperar su confianza, incluso le dice que se ha entregado a la Policía para que se haga justicia y para salvarles de su padre. Pero esta conversación no sirve de nada: la joven sigue muy afectada y triste, ya que aún es demasiado pronto para ella. No puede olvidar que la mujer estuvo involucrada en la muerte de su madre y que se lo ha estado ocultando todo este tiempo. Además, le confiesa que quiere verla entre rejas y que nunca la va a perdonar.
Un mismo objetivo, dos planes opuestos
Nebahat chantajea a Akif para no sacar a la luz la verdad sobre la muerte de Suzan y le pide lo mismo que a Süreyya: su dinero y que pongan fin a su relación. El empresario se ve obligado a llegar a un acuerdo con ella mientras busca una solución alternativa.
Sin embargo, la madre de Süsen decide actuar por su cuenta llevando a cabo un plan mucho más arriesgado y drástico: secuestrarla para ponerla contra las cuerdas. Süreyya contrata a unos sicarios para que se lleven a Nebahat. Tras cumplir con el encargo, los captores le piden a Akif un millón de liras por la libertad de su mujer. Él no está dispuesto a pagar nada, hasta que su pareja le aconseja que la salve para que se sienta en deuda con ellos y no cuente a la policía cómo murió Suzan.
Akif rescata a Nebahat, pero ella sigue muy enfadada con él. Ambos se preguntan quién puede estar detrás del secuestro. Más tarde, el hombre ve a los delincuentes entrando en el club y descubre que ha sido su prometida quien los ha contratado.
Tenemos chica nueva en el Ataman
Por fin Cansu ha conseguido su objetivo y comienza a asistir al colegio junto al resto de los chicos. Sin embargo, su llegada no será tan fácil como esperaba ya que, nada más aterrizar, el personaje que se había creado ante Ayaz y Sarp va cayendo y sus mentiras no tardan en salir a la luz. Sorprendentemente, el hermano de Ömer se convierte en el gran apoyo de la chica y en la persona que la ayudará a conquistar el corazón de su primo.
Por otro lado, las cosas comienzan a mejorar en casa de los Eren y tanto Aybike como Ogulcan empiezan a ver a su hermana y a Ayten de otro modo. Además, la paz reina en el ambiente desde que Orhan y su hijo han hecho las paces.
Con otros ojos
Şevval comienza a interesarse por Orhan y hace lo posible para llamar la atención del tío Eren y que se fije en ella. Mientras el hombre parece no percatarse de sus intenciones, Ayten se ha captado al vuelo los propósitos de su jefa.
Todos con la pequeña de la casa
Los últimos tiempos no han sido fáciles para Emel con la pérdida de Asiye y Sengül, para hacerla feliz, toda la familia Eren apoya a la niña en un evento sorpresa que se realizará en su escuela.
El peligro acecha a los Özkaya
Gökhan se acuerda de que Berk guarda una importante cantidad de dinero en casa y piensa en la forma de asaltar la vivienda y hacerse con el botín. El hombre consigue entrar pero, cuando está dentro, Ayla, que ha salido en coche junto a Elif, vuelve de manera inesperada ya que se ha dejado la documentación.
Ambos tienen un fuerte enfrentamiento que termina en un forcejeo con terribles consecuencias. Al ver que la mujer tarda mucho en salir, Elif entra y la encuentra inconsciente y ensangrentada tirada en el suelo. Acto seguido, llega Berk junto a Aybike. Muy nerviosos y asustados, los jóvenes llaman corriendo a una ambulancia temiendo haber llegado demasiado tarde para salvar la vida de Ayla. ¿Sobrevivirá?
De nuevo en apuros
Sarp se queda tirado con el coche en mitad de la carretera y llama a Orhan para que vaya a recogerlo. Sin embargo, el hombre está tan cansado que Ömer se ofrece a ocupar su lugar e ir a buscar a su hermano.
En el camino, mientras van charlando sobre sus cosas como dos hermanos normales, son embestidos por otro vehículo. Los jóvenes bajan para pedir explicaciones a los conductores del otro automóvil, quienes, mientras los entretienen, les roban el coche. Los hermanos deciden coger un taxi y seguir a los ladrones. Un trayecto que les lleva hasta un desguace.
Al ser descubiertos por los estafadores, quienes les amenazan a punta de pistola y comienzan a disparar, Sarp y Ömer huyen y se esconden en uno de los coches abandonados en el lugar, sin saber lo que les espera. La mala suerte hace que una grúa comience a destrozar el vehículo donde se han refugiado y sus vidas corran serio peligro.