Cada una en su estilo, todos originales y muy diferentes, Alejandra, Eugenia y Claudia Osborne marcaron tendencia en sus respectivas bodas. Son un pilar fundamental en la vida de su hermana pequeña y hoy se reúnen para arroparla y acompañarla en su gran día. Las tres se emocionaron cuando la diseñadora les contó una por una que se casaba, como nos reveló ella misma en las páginas de ¡HOLA! el pasado abril, y las tres han estado muy presentes en los preparativos, aconsejándola desde la experiencia en todo lo que ha necesitado. “Me están ayudando mucho. Cada una aporta su granito de arena, ya sea con ideas, consejos o simplemente estando ahí para escucharme. Les pido su opinión en casi todo y, aunque a veces cada una tenga su visión, siempre llegamos a un consenso que me hace sentir más segura en mis decisiones”, nos decía recientemente la novia en una entrevista en ¡HOLA!.
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Ana Cristina se viste de novia, junto a sus hermanas, en la finca Santiago, que perteneció a sus abuelos maternos, el bodeguero Beltrán Domecq González y Ana Cristina Williams, en cuyo honor lleva su nombre. Era la casa de su madre, Sandra Domecq, y su casa, por lo tanto, donde también celebraron sus enlaces las hijas de Bertín Osborne. “Celebrar la boda en mi casa es un sueño, como hicieron mis hermanas, y una manera también de estar más cerca de mi madre”, nos decía.
Ana Cristina ha hecho de su boda un desfile de colores y estampados creados por ella misma. Hasta un total de 29 telas ha pintado para amigas y testigos y, por supuesto, tres muy especiales para sus hermanas. “Cada diseño es único y refleja la personalidad de quien lo lleva, y es lo que más ilusión me hace: haber podido crear una tela única en el mundo para cada una”, nos comentaba hace unas semanas. “Ha sido un trabajazo, hubo un momento que no sabía si me daría tiempo, no hemos tenido mucho margen y los últimos estampados los entregué el 31 de julio. Menos mal que estaban por delante todo agosto y todo septiembre para poder hacerse sus vestidos”.
La idea de Ana Cristina fue regalarles las telas para que cada una pudiera hacer su vestido acorde a su propio estilo. Y así lo reflejan los diferentes diseños de Alejandra, Eugenia y Claudia, por ejemplo. Fue en la boda de esta última, en octubre de 2021, la que marcó el cambio de rumbo profesional de Ana Cristina, vestida con uno de sus diseños. “No me esperaba que tuviera tan buena acogida y, sin duda, me hizo mucha ilusión, ya que, a partir de ahí, comencé con los encargos”, nos cuenta.
Alejandra, la mayor y de estilo más boho-hippy, lleva un diseño en ocre dorado con dientes de león en seda de satén. Eugenia estrena nueva imagen con un sorprendente y atrevido cambio de look, un favorecedor 'icnonic pixie', realizado por los expertos de Llongueras. Para su vestido ha elegido un estampado de jazmines, un crêpe de Chine de seda en blanco, verde y rosa, como la misma planta. Y el vestido de Claudia, con fondo difuminado verde y un toque amarillo, en crêpe de Chine de seda estampado por Ana Cristina Portillo, con cuello a la caja, manga larga, escote en rombo en la espalda y falda con vuelo en capa y abertura lateral. Todas con motivos que evocan el campo y la naturaleza, al que están muy unidas, y una de las grandes fuentes de inspiración de Ana Cristina.