Jennifer Aniston no gana para sustos. La popular Rachel Green de Friends vio cómo la Policía irrumpía en su propia casa el pasado viernes por la noche tras ser alertados de que algo estaba ocurriendo en su mansión en Los Ángeles. Los agentes recibieron por la noche una llamada de una persona anónima que se mostraba muy preocupada por el estado de salud de “un amigo”, y temía que pudiera llegar a autolesionarse, según publicó TMZ. Durante la conversación en ningún momento reveló su identidad ni la de la persona que supuestamente estaba en apuros, simplemente les proporcionó a los agentes la dirección del domicilio.
Ante la llamada de auxilio, los agentes se personaron en la vivienda pasada la medianoche y es entonces cuando se percataron de que la aludida era Jennifer Aniston. En realidad nada estaba ocurriendo en su hogar, según les aseguró el personal de seguridad del hogar que les abrió la puerta, pero los agentes quisieron asegurarse de que la actriz se encontraba bien y e insistieron en hablar directamente con ella. Al hacerlo se dieron cuenta de que Aniston estaba en perfectas condiciones y lo que había sucedido es que había sido víctima de una broma pesada.
Esta corriente se llama "swatting" son llamadas falsas avisando de que algo sucede en la residencia de un famoso que después resulta ser mentira. Esta modelo comenzó entre jugadores de videojuegos y youtubers y que ahora ya han trascendido a otras esferas como las estrellas del mundo del espectáculo. Miley Cyrus, Justin Bieber, Rihanna, Chris Brown o Ashton Kutcher son algunos de los artistas que han tenido que pasar por este tipo de bromas pesadas.
Esto está costando a la ciudad muchos miles de dólares en desplazamiento y recursos. En el caso de Aniston ya ha puesto solución a este asunto y en el caso de que vuelva a ocurrir, los agentes han apuntado su dirección para llamar a su equipo de seguridad antes de personarse en su mansión.