Johnny Depp irrumpió por sorpresa por primera vez en San Sebastián en 1998 para acompañar al cineasta Terry Gilliam, a quien el Festival dedicaba una presentación. Regresó en 2020 como parte del elenco del documental Crock of Gold. Bebiendo con Shane MacGowan y un año después, recibió el Premio Donostia a toda su carrera. En la 72ª edición que se celebra estos días, el actor estadounidense ha consolidado su gran amistad con el certamen vasco en su retorno, esta vez en su faceta de cineasta.
Depp llegó el lunes, con cierto retraso respecto al horario previsto, al hotel María Cristina de San Sebastián después de grabar en Madrid una entrevista para el programa El Hormiguero. Allí le esperaba una gran cantidad de seguidoras y seguidores que hoy han vuelto a abarrotar las inmediaciones del Kursaal para aclamarle, pedirle autógrafos y sacarse selfis con él. A la espera de la inminente llegada de Pamela Anderson, él ha sido una de las estrellas más solicitadas de la 72ª edición.
Vestido con sombrero y un atuendo calculadamente informal, Johnny Depp ha presentado su segunda película como director, Modi. Three Days on the Wings of Madness, en la que recrea con ritmo desenfrenado tres días en la vida del pintor Amedeo Modigliani. La película, ambientada en el París de 1916, incluye en su internacional reparto a Riccardo Scamarcio, Stephen Graham, Al Pacinoy Antonia Desplat, entre otros.
A diferencia de The Brave (1997), su anterior largometraje como director en el que también interpretó al protagonista, en esta únicamente ha dirigido. Según ha confesado, fue Al Pacino quien le animó a hacerlo –“cuando Pacino habla, tienes que escucharle”-, y al final, la experiencia ha servido para ser una especie de “niño grande” y entender que “a la hora de hacer una película, como mínimo tiene que ser divertida”.
Entre otras cuestiones, ha recordado sus inicios como actor, cuando al estilo del Modigilani que retrata en su película, vivía en un pequeño apartamento de un barrio peligroso cercano a Hollywood Boulevard. “Fueron días feos y románticos al mismo tiempo pero siempre hermosísimos. “Todos atravesamos acontecimientos complicados en nuestra vida. Los vivimos, los superamos y obtenemos esas marcas que nunca hay que olvidar y dicen mucho de ti”, ha afirmado.