Cristina Cifuentes, la que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid, se ha convertido en una de las protagonistas de la última gala de ‘MasterChef Celebrity 9’ al hacer una revelación ante el resto de sus compañeros del reality culinario. Una sorpresa para ella que llegaba cuando los jueces indicaron abandonar las cocinas a todos sus compañeros. La aspirante acababa de donar los cuatro mil euros de su premio, tras haber sido elegida la mejor concursante de la noche. Cristina había decidido que el dinero fuera donado a la Fundación Loovas, una organización para el autismo con la que está muy implicada de manera personal.
El tratamiento de su hijo
Con mucha emoción la expolítica explicó para quién iba dirigido ese dinero: "Van para la Fundación Erik Lovaas que se dedica a tratar a niños y jóvenes que tienen trastorno del espectro autista y de la que yo tengo el honor de ser presidente honorifica desde hace pocos meses. Es una gran satisfacción. Que alegría más grande". Cifuentes no dudó en mostrar su lado más personal y explicar por qué tiene una sensibilidad especial con ese tema: "Mi hijo estuvo en tratamiento casi 3 años con una psicóloga y una psiquiatra y por eso es un tema en el que estoy sensibilizada. Él tenía intolerancia a la frustración y se autolesionaba. Si no hubiera tratado a mi hijo hubiera sido un adulto normal, pero infeliz".
Casada desde hace 30 años
Casada con el reconocido arquitecto Francisco Javier Aguilar Viyuela desde hace 30 años, Cristina Cifuentes presume de haber formado una bonita familia. Ambos tienen dos hijos en común, Cristina de 34 años y Javier, de 28. Este último también anónimo y alejado del foco mediático, aunque se sabe que se dedica al mundo de la abogacía tras haber estudiado Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Ahora, además, se ha sabido el problema que padeció de niño y del que se encuentra completamente recuperado.
Todo un reto para esta mujer, una de las caras más reconocidas de nuestra política, que abandonaba su partido y su cargo para trabajar como colaboradora de televisión en programas como TardeAr. Ahora se ha enfundado el delantal y se ha adentrado en los fogones más conocidos de la televisión de nuestro país para disfrutar de la experiencia, y por qué no dar visibilidad a un problema que afecta a muchos niños, como es el autismo. Hay que recordar que Cifuentes no quiso participar en otro de los realities por excelencia Supervivientes: "He decidido no ir a Supervivientes porque yo ya soy una superviviente y además demostrada. Yo he estado ya tres veces al borde de la muerte", declaró en aquel momento.