Después del calvario vivido, José María Bisbal Ferre se ha convertido en un verdadero ejemplo de superación personal. De alguien que ha sabido mirar de frente a la adversidad y salir adelante tras quedar postrado en una silla de ruedas. Cuando sufrió la desgracia de perder la movilidad de sus piernas por una lesión medular, no se vino abajo y buscó incesantemente la luz al final del túnel. No paró hasta encontrarla y, felizmente, hoy lo cuenta con orgullo.
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"No sabía qué decisión tomar. Tenía la mente en otro lado. En que una parte de mí ya no funcionaba", confiesa el hermano de David Bisbal a La Voz de Almería. A partir de aquí, como muchos otros en su situación, vio en el deporte adaptado una gran motivación para su día a día. Concretamente, se aficionó al parabádminton, hasta el punto de convertirse en uno de los mejores de su categoría. Un volantista de primera que puede incluso presumir de haber ganado ya medallas, como la de bronce que obtuvo en el pasado Campeonato de España disputado en Cartagena.
"Es fundamental. Cuando estuve ingresado, deseaba que llegaran los lunes y los miércoles para practicarlo", reconoce en alusión a cómo afrontó aquellos largos cinco meses en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Integrado en la Federación Española de Bádminton (FESBA) y una vez ha comenzado despuntar, su única espinita clavada fue no haber podido conseguir una plaza para defender los colores de España en los pasados Juegos Paralímpicos de París (celebrados del pasado 28 de agosto al 8 de septiembre).
Clave en esta transición vital que ha experimentado José María es el tener respaldo total por parte de su gente, como él mismo señala: "He tenido mucho apoyo tanto de la familia Bisbal como de la Ferre. Ninguna me ha defraudado. Estoy muy agradecido por la ayuda recibida". Pero, si hay alguien que se ha volcado en él por completo, sacrificándose por amor en lo que haga falta, esa es su mujer Guadalupe. "Sin pensarlo dos veces, dejó su trabajo y alquiló un pisito", subraya José María.
Un nuevo hogar en Toledo diseñado para cubrir las nuevas necesidades del que fuera representante de David Bisbal, cuyo ímpetu y valentía le han llevado también a ser bandera de los que viven una realidad como la suya. Así, forma parte de la junta directiva y ejerce como vocal de accesibilidad en la Asociación de Lesionados Medulares y Personas con Gran Discapacidad Física de Almería (ASPAYM).
Su desaparición que mantuvo en vilo a la familia
Fue en abril de 2023 cuando saltaron todas las alarmas, el día que Josemari -como le llaman sus allegados- desapareció misteriosamente en la localidad almeriense de Roquetas de Mar. Tras la denuncia en comisaria por parte de su esposa, los agentes iniciaron el protocolo habitual en esos casos hasta que lo hallaron aturdido en un descampado. Aunque no trascendieron más detalles sobre su estado, fue trasladado en ambulancia hasta un centro hospitalario cercano para recibir asistencia.
Horas más tarde, David Bisbal expresó públicamente a través de una carta su agradecimiento por "todos los que colaboraron en la búsqueda y localización" de su hermano. Tiempo después, el que fue asistente y 'road manager' del artista andaluz volvería al foco mediático para hablar de su nuevo día a día. Todo ello tras una lesión medular que le había dejado en silla de ruedas y que, según se desliza en el citado medio, podría haber sido causada supuestamente por una negligencia médica.