Solo tres semanas después del susto que sufrió tras ser ingresado en el hospital Carlos Haya de Málaga a causa de una angina de pecho, Jesulín de Ubrique ya ha retomado sus compromisos y ha reaparecido en un acto con otros compañeros del mundo de la tauromaquia para presentar el festival taurino benéfico de la localidad sevillana de Guillena. Con muy buen aspecto, charlando y riéndose con los allí presentes, ha demostrado que, como ya explicó a ¡HOLA! todo ha quedado en un gran susto y "hay Jesulín para rato".
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Junto al diestro, se encontraban en el salón de planos del ayuntamiento de Guillena su alcalde, Lorenzo Medina, Juan Antonio Ruiz Esparco, Manuel Jesús El CID, Manuel Escribano, actualmente pareja de Laura Sánchez, el empresario Manuel expósito y el artista Paco Candela, además de representantes municipales y de las cuatro hermandades para las que irán destinados de los fondos de la feria, que se celebrará el sábado 19 de octubre. En ella, Jesulín de Ubrique, El Cid, El Fandi, Manuel Escribano, Cayetano y el novillero Javier Zulueta lidiarán seis novillos de la ganadería de Espartaco.
Era cuestión de tiempo que viésemos de nuevo Jesús Janeiro a pleno rendimiento. Él mismo contó a ¡HOLA! ya que después de que el médico le recomendará tomarse la vida con más tranquilidad, le preguntó si podría torear. "Aunque la vida ya me ha dado toques con las cornadas de los toros y el accidente de coche, no paro, soy un poco polvorilla", afirmó. Al menos asegura que lleva una "vida sana y normal", y que en estos momentos no tiene problemas de estrés. "Soy una persona que se cuida, hago deporte, no fumo y no bebo. Me mantengo en forma, tampoco como antes, pero no estoy obeso y no puedo dar una explicación de lo que me ha pasado, pero ha sido una cosa horrible", manifestó entonces.
Tal y como él mismo contó, se encontraba con su mujer, María José Campanario en El Rincón de la Victoria cuando después de pasar horas con malestar y fuertes dolores como pinchazos en el cuello, en torno a las tres y media de la madrugada del domingo 8 de septiembre decidió acudir al centro médico pensando que sería un desgarro muscular. Sin embargo, tras una primera valoración, los médicos decidieron trasladarle al Hospital Regional de Málaga. "Los médicos me han dicho que hice lo correcto y que no entienden la fortaleza con la que pude actuar", dijo entonces. Después de este gran susto, del que dice: "Le he visto las orejas al lobo", se está sometiendo a diversos chequeos en el hospital universitario de Jerez para determinar el origen de la dolencia.
No es la primera vez que sufre complicaciones de salud, aunque nunca de carácter cardiológico. El torero pasó por quirófano a principios de 2018 para ser operado de dos hernias. Meses antes, tuvo que abandonar en ambulancia la plaza de toros de Lanzahita, en Ávila, tras sufrir un golpe de calor, que le produjo un corte de digestión y una lipotimia. Pero una de las situaciones más críticas la vivió en septiembre de 2001 cuando estuvo a punto de perder la vida en un accidente de tráfico regresando a a su finca ‘Ambiciones’ tras una cacería en la Sierra de Huelva. El torero, que ocupaba el asiento del copiloto, salió despedido del vehículo y este cayó sobre él. Permaneció durante una hora bajo el coche antes de ser rescatado por los servicios de emergencia. Sufrió politraumatismo craneofacial, fractura de costillas con un pulmón afectado y fractura de tres vértebras, sin compromiso medular. Estuvo un mes en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla.