En juego, un legado millonario e ideológico y una relación familiar. La guerra del clan Murdoch traspasa las líneas de lo puramente económico para adentrarse en un terreno personal delicado pues pone en jaque los desencuentros entre un padre y sus hijos y la propia relación entre los hermanos. A sus 93 años, Rupert Murdoch, magnate de un importante imperio mediático que agrupa empresas como Fox News, The Wall Street Journal, The New York Post y los principales periódicos y canales de televisión de Australia y Gran Bretaña, se enfrenta a tres de sus hijos ante un tribunal en el que es ya uno de los conflictos más mediáticos del año.
El juicio, que comenzó hace una semana, se celebra a puerta cerrada lo que no impide que se tomen imágenes de los implicados entrando en el juzgado. Rupert Murdoch quiere modificar el fideicomiso familiar para dejar el control total de sus empresas en manos de su hijo Lachland, de 53 años, que ya es presidente de News Corp, además de presidente ejecutivo y consejero delegado de Fox Corporation. Algo a lo que sus otros tres hijos, James, de 51 años, Prudecence y Elisabeth, de 66 y 56 años respectivamente, se oponen. En un frente común tratan de frenar la iniciativa de su progenitor, que les dejaría sin voto en el devenir de las empresas familiares cuando falte el magnate.
Rupert Murdoch acudía a declarar en la corte de Nevada junto a su actual mujer, Elena Zhukova, con quien se casó en junio de 2024 (su quinta boda), comparecencia que se desarrolló sin asistencia de los medios. Dada la transcendencia del apellido de los implicados, las autoridades tratan de mantener en secreto los detalles del proceso en el que se presentan los detalles e información confidencial del imperio corporativo. Aunque varios periódicos han solicitado su derecho a informar sobre lo que sucede en el tribunal, por ahora este les ha negado el acceso. Una polémica más en esta controvertida situación en la que los implicados guardan también un escrupuloso silencio. Al menos por el momento.
También ha comparecido ante el juez Lachland, que es a quien Murdoch quiere dejar el control total de sus empresas, pero sin hacer tampoco declaraciones a su salida del edificio (de hecho no salió por la puerta principal). Ya le nombró Rupert Murdoch a finales del 2023 su sucesor oficial, dejando en sus manos el control de su imperio. Después de toda una vida dedicado a sus negocios el patriarca decidía retirarse y llevar una vida más tranquila junto a su nueva mujer por lo que tomó parte por él como protector de su legado.
Diferentes direcciones
Para hacer oficial su confianza acudió al juez para modificar el fideicomiso que establecía que sus cuatro hijos mayores tendrían igualdad de derechos en los votos de la empresa tras su muerte. El magnate quiere que solo Lachlan dirija sus empresas, sin interferencia de sus hermanos, dejándoles así sin poder efectivo en la toma de decisiones. Él mismo había establecido este acuerdo en 1999, cuando se divorció de su cuarta esposa, Anna Murdoch Mann, madre de James, Elisabeth y Lachlan.
En él se incluyeron las acciones de la familia en el conglomerado de empresas de Murdoch, que está dividido entre dos compañías: Fox, que incluye Fox News y la cadena Fox, y News Corp, que posee sus periódicos. Los seis hijos del empresario tienen una participación igualitaria, pero las hijas menores de Murdoch, nacidas de su unión con Wendi Deng, no tienen derecho a voto. Murdoch tiene ahora el voto definitivo, en caso de diferencias de opinión, y cuando muera, Lachlan, James, Elisabeth y Prudence tendrían un voto cada uno. Una situación que ahora el patriarca quiere cambiar.
El paso del tiempo ha hecho que sus hijos desarrollen diferentes mentalidades, no siempre coincidentes con la de su padre. Este quiere proteger la dirección ideológica y los valores que defiende en sus empresas algo que, en su opinión, está alineado solo con Lachlan. Supuestamente este acuerdo no se podía cambiar, pero el comisionado de sucesiones de Nevada determinó que Murdoch sí que podía modificar el fideicomiso si demostraba que está actuando de buena fe y para beneficiar a sus herederos.
Las opiniones en este sentido son, claramente, opuestas. Mientras continúa el enfrentamiento, muchos se preguntan por lo que está ocurriendo dentro de la sala y cómo concluirá este delicado conflicto al más puro estilo de la serie Succession, que precisamente estaría inspirada en el clan. Una vez más realidad y ficción se dan la mano.