Javier Bardem, uno de los actores españoles más internacionales de los últimos tiempos, ha recibido hoy el Premio Donostia, la máxima distinción honorífica del Festival de San Sebastián, en la inauguración de la 72ª edición, celebrada en el Auditorio Kursaal. La ceremonia ha tenido un fuerte componente emocional, ya que en ella han participado sus hermanos Mónica y Carlos y ha culminado con una cuádruple dedicatoria a su madre Pilar Bardem, a su esposa Penélope Cruz y a los hijos de ambos, Leonardo y Luna.
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En realidad, Bardem debía recoger el Premio Donostia en la anterior edición del Festival, pero no pudo acudir por la huelga de guionistas e intérpretes de Hollywood. Ya entonces excusó su ausencia y se comprometió a regresar este año para recogerlo en la gala de inauguración.
El actor español ha recibido el galardón cinco años después de que lo hiciera su mujer, Penélope Cruz. Entonces ella recogió el premio de manos de Bono, el cantante de U2, en una sorprendente operación secreta urdida por la organización en colaboración con Bardem. Esta noche él ha sido el destinatario y el responsable de entregárselo ha sido Juan Carlos Corazza, director teatral y maestro de intérpretes como el propio homenajeado.
Javier Bardem desfiló por la alfombra roja cogido de la mano de Penélope Cruz y con actitud en apariencia relajada. También le han acompañado amigos como Fernando León de Aranoa, Luis Alegre o Álvaro Longoria, que han seguido la ceremonia desde el patio de butacas.
“Recibo el premio con el corazón muy abierto y con todo el amor y cariño que este festival me ha mostrado desde que empecé a venir en 1993 con la película Huevos de oro”, han sido sus primeras palabras sobre el escenario. Así, ha incidido en la “grandísima amistad” que le une a un “hermoso” festival que tanto le ha brindado “en lo personal y en lo profesional”. No en vano, en San Sebastián fue distinguido, hace ahora 30 años, con la Concha de Plata al mejor actor por sus papeles en Días contados y El detective y la muerte. También se ha acordado de directores como Bigas Luna y de su maestro Juan Carlos Corazza, quien le enseñó que el trabajo de actor es “lo contrario a manipular” y tiene que ver “con la verdad y la honestidad”.
“Quiero dedicar este premio a nuestra madre, que está aquí, presente y feliz, la siento muy alegre. También a una mujer a la que amo y con quien comparto una vida. Te doy mi hondo agradecimiento por el ser humano que eres y por cómo realmente te responsabilizas de la vida de tus hijos, de tu familia, de tu madre, de tus amigos y de tu vida. Y también de la de otros, de muchos que desconoces pero por los que sufres y a los que cuidas. Y por supuesto, por (responsabilizarte de) la vida de este señor que está aquí y que te ama, te quiere y te agradece”, ha dicho antes de terminar citando a sus hijos Leonardo y Luna y de recibir el beso que una emocionadisima Penélope Cruz le ha lanzado desde su butaca.