Mateo Apóstol: era un recaudador de impuestos, pero dejó su lucrativo empleo tras ser llamado por Jesús, dedicándose a la salvación de almas y a predicar el Reino de Dios. Se convirtió en uno de los doce apóstoles y escribió el evangelio que lleva su nombre, donde narra la vida, milagros, y enseñanzas de Jesús, especialmente para los judíos convertidos al cristianismo.
José Vila Barri: nacido el 14 de abril de 1910 en Camprodón, Girona, ingresó en el Instituto de Hijos de la Sagrada Familia en 1925, siendo ordenado sacerdote en 1936. Durante la revolución de 1936, se encargó de la seguridad de su comunidad, pero fue detenido el 20 de septiembre de 1936.
Lorenzo Imbert y compañeros: nacido en una familia de bajos recursos, fue un misionero que trabajó en China y Corea, donde fue nombrado vicario apostólico y obispo. Junto con los misioneros Pedro Filiberto Maubant y Jacobo Chastan, llevó a cabo una intensa labor evangelizadora bajo condiciones difíciles hasta su martirio en 1839.
Maura de Troyes: fue una virgen del siglo IX, hija de nobles, que transformó la vida disipada de su padre y dedicó su inmensa herencia al servicio de Dios, prefiriendo la vida religiosa a un matrimonio. Era conocida por su devoción a san Pedro, san Pablo, san Gervasio y san Protasio, y por realizar curaciones de la vista, lo que la hizo muy querida.