El periodista, escritor, abogado y tertuliano de televisión, Jimmy Giménez-Arnau, moría ayer a los 81 años sin haber llegado a un entendimiento con su única hija, Leticia, fruto de su matrimonio con la nieta de Francisco Franco, Merry Martínez-Bordiú, hermana de Carmen Martínez-Bordiú. En 1979, un par de años después de pasar por el altar en una ceremonia oficiada en Pazo de Meirás, en Galicia, nacía Leticia, el único descendiente de la entonces feliz pareja. Cuando la pequeña no había cumplido el primer año de vida, la pareja decidió separarse. El matrimonio se declaró nulo en el Tribunal de la Rota en el año 1993. Tras el divorcio, se inicio una la batalla legal por la custodia de la niña, que finalmente ganaría la madre de la pequeña. Fue al cumplir los doce años cuando la relación entre padre e hija desapareció; algo de lo que siempre se lamentó el periodista en muchas de sus declaraciones públicas.
Su hija, casada e instalada en Miami
La nieta de Franco trasladó su residencia y su vida al otro lado del charco, en Nueva York junto su nueva pareja, el empresario estadounidense Gregor Tamler, y su hija. Detrás de ese destino llegaron otros nuevos como las Islas Vírgenes y Miami, donde actualmente reside la hija del colaborador de televisión y escritor. Leticia se casó en el 2008 con el empresario Marcos Sagrera, en el mismo sitio que años atrás lo hicieron sus padres: el pazo de Meirás, en Galicia, pero, en esta ocasión, Jimmy no fue invitado al enlace. Siempre alejada de los focos, Leticia se ha mantenido en un discretísimo segundo plano.
El motivo del distanciamiento entre ambos
Fue en el programa 'Mi casa es la tuya' de Bertín Osborne, donde explicó los obstáculos que encontró durante su matrimonio, porque ella "cambió mucho". Y reconocía que en el momento de nacer su hija ellos ya llevaban "9 meses separados". En aquel momento, Jimmy reconoció en el sofá de Bertín que la quiso mucho y la estuvo viendo "hasta los 12 años". En una entrevista al diario ABC, el escritor explicaba que no tiró la toalla y siguió "ganando los pleitos, aquí y en Estados Unidos, hasta que cumplió los 18 años, y la logré rescatar un par de veranos. Después de eso, desapareció". Añadiendo que cuando Leticia alcanzó la mayoría de edad, respeto su decisión de no verse nunca más.
Una reconciliación imposible
Jimmy reconocía haber luchado siempre por su hija para que esta no le dijera cuando creciera "tú me abandonaste". Resignado explicaba que poco más podía hacer porque "Ella no quiere. Yo respeto la libertad que ella tiene para elegir con quién estar. Ella ha elegido no verme, pues yo respeto mucho eso. Pero no puedo estar mendigando cariño". Una reconciliación que ya es imposible ya que el colaborador de televisión ha fallecido sin conseguir recuperar el vínculo y la relación con su hija.
Leticia no acudió al funeral de sus abuelos
Prueba de la distancia entre padre e hija fue la ausencia de Leticia en los funerales de los padres de Jimmy, algo que el escritor nunca le pudo perdonar. Así lo contaba visiblemente contrariado en el programa de Bertín Osborne en Telecinco: "Murieron mis padres y ella no vino a ninguno de los entierros. No sé dónde vive, ni me importa. Espero que le vaya bien, chao".