Quince meses después de que el submarino Titan implosionara durante una expedición a los restos del Titanic cobrando la vida de las cinco personas que viajaban a bordo, la Guardia Costera de Estados Unidos ha revelado durante las audiencias que se están llevando a cabo para esclarecer lo ocurrido, la primera imagen del sumergible en el fondo del mar así como los últimos mensajes emitidos desde el interior de la nave antes de que se produjera el trágico accidente y que ponen de manifiesto que ninguno de sus viajeros era consciente de lo que estaba a punto de ocurrir.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
“Todo bien por aquí dentro” fueron algunas de las últimas palabras que el submarino envió a la nave nodriza Polar Prince, su barco de apoyo y el encargado de transportar el sumergible hasta las costas de Terranova, Canadá para iniciar la inmersión gasta el Titanic antes de que se produjera la catástrofe que acabó con los sueños de Stockton Rush, fundador y director de'OceanGate Expedition', la compañía creadora del submarino; el empresario Shahzada Dawood y su hijo de 19 años, Suleman Dawood; el aventurero Hamish Harding; y el buzo francés Paul-Henri Nargeolet.
El sumergible comenzó su descenso poco antes de las 9:20 am de la mañana del 18 de junio de 2023, con los ocupantes de ambas embarcaciones comunicándose a través de mensajes de texto.
A las 9:53 am, el Polar Prince preguntó a la tripulación del Titan si podían ver el Polar Prince en su pantalla dentro del sumergible. La tripulación del Titan no respondió y, después de 15 minutos y seis mensajes más, la tripulación respondió, por lo que la nave nodriza alertó al Titan de que necesitaba que la comunicación fuera más fluida.
La persona que respondió desde el Titán se identificó como "PH", quien la Guardia Costera cree que era Nargeolet. En ese momento, el Titán había alcanzado una profundidad de unos 2.275 metros, de los 3.800 metros que tenía que descender para poder ver el Titanic.
Nargeolet respondió al Príncipe Polar: "Todo bien aquí" cuando le preguntaron si podían ver al Príncipe Polar en la pantalla. Después las comunicaciones entre los dos barcos continuaron, con el Príncipe Polar preguntando sobre la ubicación del Titán al Titanic y con un recordatorio para que anotara la ubicación y la hora al desplegar la "botella Niskin", cuya finalidad es la toma de muestras en columna de agua.
La tripulación del Titán le dijo a la tripulación del Polar Prince a las 10:41 am que no desplegarían la botella porque no estaba limpia.
A las 10:47 am, el Titán notificó a la tripulación del Polar Prince que había dejado caer dos pesos. Momentos después, el Titán implosionó.
Poco antes de las 10:48 am, las comunicaciones y el seguimiento del sumergible al Polar Prince se perdieron a una profundidad de 3.346 metros tal y como dio a conocer la Guardia Costera.
El primero en testificar en la audiencia, celebrada en Carolina del Sur, ha sido el exdirector de ingeniería de 'OceanGate' Tony Nissen, quien dijo que se sintió presionado para iniciar las operaciones mientras trabajaba para la empresa antes de ser despedido. también se le preguntó al ex director de ingeniería si la presión comprometía las decisiones de seguridad y las pruebas a lo que Niessen acabó contestando: "No... Esa es una pregunta difícil de responder, porque con un tiempo infinito y un presupuesto infinito, se podrían hacer pruebas infinitas".
Además, el ingeniero también desveló que en 2018 a la nave le alcanzó un rayo durante una misión de prueba, lo que pudo haber dañado el casco y aunque posteriormente paso por varias pruebas y ajustes adicionales, Niessen testificó que cuando Rush le pidió que pilotara el sumergible él se negó en rotundo. "No voy a subirme" le dijo.
Tan inquietante o aún más que esta declaración fue la de la exdirectora financiera Bonnie Carl, quien testificó que los llamados “especialistas en misiones” de OceanGate eran, en esencia, clientes adinerados sin ninguna cualificación real. Carl, al igual que Nissen, abandonó la empresa debido a estos flagrantes descuidos en materia de seguridad.
Tras esta primera jornada, el capitán Jason Neubauer, de la Oficina de Investigaciones de la Guardia Costera y quien se encuentra a cargo de esta investigación declaraba: "No hay palabras para aliviar la pérdida que han sufrido las familias afectadas por este trágico incidente. Pero esperamos que esta audiencia ayude a arrojar luz sobre la causa de la tragedia y evitar que algo así vuelva a suceder".