La sección 20 de la Audiencia de Barcelona ha condenado a Ángela Dobrowolski a cuatro años y medio de prisión por un delito de lesiones agravadas. De esta manera, se ha descartado el delito de asesinato en grado de tentativa por haber causado un coma hiperglucémico a su exmarido, el productor Josep María Mainat, inyectándole insulina mientas dormía en junio de 2020.
A pesar de que los hechos probados son legalmente constitutivos de un delito de tentativa de asesinato con alevosía, se ha aplicado la condena de delito de lesiones agravadas por haberse arrepentido y revertir la situación evitando la muerte del productor. Eso sí, la pena impuesta es superior (normalmente los delitos de lesiones se castigan con tres a cinco años de prisión) por el parentesco que los unía, ya que Ángela y Josep María estaban casados desde 2012.
No se ha aplicado ningún atenuante, tal y como pedía el abogado de Ángela, puesto que no se ha comprobado que Dobrowolski estuviera bajo los efectos de ninguna sustancia ni que los rasgos de personalidad desadaptativos que presenta “afecten a su capacidad volitivas e intelectivas”. La sentencia también reconoce que hubo alevosía y que la víctima, Mainat, no pudo prever el ataque.
De la misma manera, esta sentencia dicta que una vez vuelva a estar en libertad, Ángela Dobrowolski no podrá estar a menos de mil metros de Josep María Mainat, lo que incluye el domicilio del productor, su lugar de trabajo y otros puntos que visite con frecuencia; ni tampoco comunicarse con él durante ocho años y seis meses. Eso sí, no ha sido condenada por revelación de secretos, porque Mainat la perdonó durante el juicio. Cabe recordar que entró sin consentimiento al email del productor reenviando mails de sus abogados sobre su divorcio y herencia.
Mainat, por su parte, se ha mostrado “contento” tras conocer el fallo, ya que se ha reconocido el intento de asesinato, si bien es cierto que su defensa, encabezada por la abogada Olga Tubau, y el fiscal pedían trece años de cárcel para Dobrowolski. El productor tiene diez días para recurrir interponiendo un recurso ante la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), en cambio, tal y como él mismo ha expresado en su salida de los tribunales, no entra en sus planes porque la sentencia le parece “correcta”.
El 23 de junio de 2020, Ángela puso una inyección de insulina a Josep María mientras dormía que le causó un coma hipoglucémico. En todo momento, ella ha mantenido que lo que realmente le administró fue una hormona de crecimiento y un producto adelgazante que estaba tomando como parte de un plan antienvejecimiento. Al ver que los niveles de azúcar del cuerpo de su exmarido eran peligrosos tardó 20 minutos en avisar a las autoridades médicas, lo que despertó las sospechas de la policía.
Este no ha sido el único problema de Ángela con la ley. Fue condenada a dos años y medio de cárcel por cobrar 4.100 euros de forma fraudulenta falsificando la firma de su exmarido. Poco tiempo después, la Policía Local de Canet del Mar la detuvo acusada de un robo con fuerza en casa del productor. En enero de 2021, volvió a ser arrestada por allanamiento de morada al intentar acceder por la azotea a la vivienda de Mainat en la ciudad condal. También ha participado hasta en seis robos con violencia y colocó un explosivo casero en el rellano de un piso de Barcelona para intimidar a una vecina. En prisión protagonizó un intento de fuga.