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Ana de Armas ha encontrado su particular 'Edén'. La actriz hispanocubana, de 36 años, ha confesado que está más feliz que nunca tras haber tomado la decisión de abandonar los focos de Hollywood para contemplar las estrellas desde su refugio rural del estado de Vermont.
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La actriz, que recientemente reaparecía en el Festival de Cine de Toronto para presentar su premonitorio filme Edén en el que ha trabajado mano a mano con Jude Law, adquiriría el año pasado un a casa por 6,3 millones de euros y en medio del auge de su fama decidió instalarse allí.
Tras convertirse en el foco de todas las miradas tras mantener un noviazgo de un año con Ben Affleck que terminó en 2021, conseguir su primera nominación al Oscar por su papel de Marilyn Monroe en Blonde en 2023 e iniciar una relación con el ejecutivo de Tinder Paul Boukadakis, Ana se dio cuenta de que necesitaba un cambio de aires y tras mudarse primero de Los Ángeles a Nueva York, se dio cuenta que necesitaba poner aún más tierra de por medio.
"Siento que hoy en día, todos queremos alejarnos de la locura del mundo", dijo Ana a los micrófonos de de E! News durante el estreno canadiense de Edén. "Todos queremos tener la oportunidad de construir nuestro propio espacio seguro. Yo misma he tomado esa decisión".
La actriz, quien en el pasado estuvo residiendo en España y que estuvo casada con el actor Marc Clotet, actual pareja de Natalia Sánchez, continuó relatando que había encontrado "un hogar” en el que se siente completamente alejada del ajetreo y el bullicio de la vida de Hollywood.
"Puedo serenarme y llevar allí sólo a la persona con la que quiero estar. Tengo mi pequeño refugio allí", dijo en referencia a su residencia de seis habitaciones, ocho cuartos de baño y vistas panorámicas al bosque.
La actriz ha confesado que se sintió motivada a "tomar acción" después de experimentar la frenética vida de Los Ángeles, y el interés generado en torno a su vida privada y sentimental. "Simplemente sientes cuando es hora de cambiar", dijo. Cuídate. Hay un momento en el que aprendes lo que es bueno para ti y lo que no. ¿Qué es lo que más te sirve? Presta atención a eso y toma medidas".
Ana, quien abandonó su Cuba natal cuando tan solo tenía 18 años y con apenas 270 euros en el bolsillo, primero vendió su casa de Venice, en California, en 2020 , después, como hemos dicho anteriormente, probó a vivir en Nueva York pero finalmente se dio cuenta de que su destino pasaba por un entorno mucho más tranquilo y rural. Los problemas de privacidad fueron "una de las razones" por las que la actriz huyó de las colinas. "Pasar por eso confirmó mi pensamiento de que 'este no es el lugar para mí'", confesaba la actriz a Elle en 2022.
Es por este motivo que Ana de Armas ha encontrado ahí, en esa zona conocida como Nueva Inglaterra, todo aquello con lo que soñaba, alejada de los foso, que no del cine, y a unas cinco horas en coche de Nueva York, donde reside su hermano, el fotógrafo Javier Caso (quien lleva el apellido de su madre) y a quien la actriz está muy unida.