Es uno de los mejores ejemplos de que los sueños se cumplen gracias al esfuerzo, la constancia y el talento. Aunque ya formaba parte de la plantilla Barça, toda una hazaña con solo 17 años, la vida de Lamine Yamal cambió radicalmente este verano durante la Eurocopa. La competición que ganó la Selección española lo convirtió en un auténtico fenómeno mediático, comenzando a generar un gran interés dentro y fuera de los terrenos de juego. De este giro, de su truco para no dejar de tener los pies en la tierra y de su lado más personal se ha sincerado durante su visita a El Hormiguero.
Cuando Luis de la Fuente lo incluyó en la convocatoria para jugar la Eurocopa 2024, Lamine Yamal no podía imaginar el vuelco que daría su vida. Llegó a la concentración con humildad, ganas de aprender ¡y con una tarea pendiente! El futbolista tenía pendiente hacer los exámenes para completar la Secundaria y aprovechaba las noches para hacer deberes y estudiar. "Me dijeron: 'tienes la ESO'. Llamé a mi madre y apagué el móvil", ha dicho el joven, que también disfrutaba en sus ratos libres jugando a la videoconsola con compañeros como Dani Olmo y Nico Williams.
Lamine Yamal, el jugador más joven nominado al Balón de Oro, regresó de la competición con la euforia de haberse proclamado vencedor y haberse superado a sí mismo en cada partido. Pero su vida ya nunca ha vuelto a ser la misma. Según le ha comentado a Pablo Motos, le resulta "imposible" sentarse en una terraza a tomar algo como cualquier chico de su edad. Además, ha dejado La Masía, se ha independizado y está estudiando cocina mientras sigue adelante con sus compromisos deportivos.
Esta novedosa situación la vive con agradecimiento, valorando los privilegios que tiene y manteniendo los pies en la tierra gracias a un sistema infalible: "Ir a casa de mi madre y que me diga ponte las chanclas, cierra la puerta, apaga la luz, haz la cama... ". Sheila Ebana, nacida en Guinea Ecuatorial, incluso tiene poder sobre la persona que gestiona la carrera de Lamine, que ahora también va a tener su propio equipo en la Kings League. "Ella manda a mi representante", ha dicho el deportista entre risas. También tiene muy presentes los consejos que le da su abuela, que llegó a España hace tres décadas. "Me dice que no me ponga negra y que sonría mucho y cuide a mis padres", ha revelado el joven, al que le gusta ver La que se avecina.
A la hora de asimilar su repentina popularidad, que traspasa fronteras, no solo cuenta con el apoyo de su círculo íntimo. En su equipo le han dado las herramientas para gestionar la repercusión. "En clubes como el Barça, desde pequeño te enseñan cómo puede ser tu vida, trabajando con psicólogos. Me han preparado para eso", ha dicho. Lamine llegó al conjunto blaugrana con siete años y a los quince recibió una llamada del entonces entrenador, Xavi Hernández, para incorporarse al primer equipo. En este debut se mostró tímido y nervioso, pero marcó un gol.
Para Lamine Yamal lo más importante es su familia, siente adoración por su hermano pequeño Keyne (2) y su primo es quien lo lleva a entrenar porque aún no puede sacarse el carnet. Fue precisamente con él con quien empezó a jugar al fútbol en la calle y a darse cuenta de que aquellos planes de por la tarde eran más que un entretenimiento. Orgulloso de sus orígenes humildes, lleva por bandera el barrio en el que ha crecido y cuando mete un gol hace con la mano los números con los que finaliza el código postal de esta zona. "Mi barrio es todo. Está mi familia, mi mejor amigo, ahí he jugado al fútbol en el parque, es donde aprendí muchas cosas y de donde han salido mi educación y mis valores", ha resaltado.