Dos meses han pasado desde la muerte de Shannen Doherty, la querida protagonista de Embrujadas y Sensación de vivir, que falleció a los 53 años víctima de un cáncer de mama el pasado 13 de julio. La actriz tenía un podcast Let's Be Clear en el que iba contando los pormenores de su lucha y ha sido su madre Rosa, quien ha reunido todas las fuerzas necesarias para realizar un último capítulo con el mejor amigo de su hija, Chris Cortazzo. En el podcast ha hablado de lo que ha supuesto para ella esta gran pérdida y de la ultima y emotiva petición que le hizo su hija días antes de morir.
La única preocupación de Shannen antes de morir era dejar todo preparado para cuando ella falleciese y evitarle más dolor a su madre. Así lo hizo. Vendió parte de sus pertenencias, planeó su propio funeral y dejó escritas sus últimas voluntades para cuando llegase el final. Incluso un día antes de su partida, tomó la decisión de finalizar su divorcio del fotógrafo Kurt Iswarienko. La actriz decidió cerrar este capítulo de su vida y firmó los documentos para oficializar la separación el 12 de julio, mientras que su ex lo hizo al día siguiente, el mismo de la muerte de quien había sido su esposa.
Rosa Doherty ha desvelado que si algo le reconfortó de tan triste final fue el regalo que le hizo su hija en sus últimos días. "Ella se me acercó, me trasladó a una habitación más cerca de la suya y me dijo una noche: 'Mamá, ¿quieres dormir conmigo?'"."Fue un regalo tan grande para mí estar junto a ella esas últimas semanas. Es como si pudiera quedarme ahí. Podía oírla respirar y podía sentirla. Es como un regalo que ella me dio que me pidiera dormir con ella. Fue el regalo que ella me hizo", contó en un conmovedor relato meses después de su partida.
Rosa ha expresado su dolor y así se lo quiso trasladar a sus seguidores. "Es una gran pérdida. Un padre nunca debería vivir más que un hijo. Un hijo nunca debería morir antes que un padre", dijo. Y contó cómo la fe en Dios le está ayudando a asimilarlo: "Son cosas que no podemos controlar. Mi fe me dice que todo está en manos de Dios. Así se sentía Shannen. Yo le decía: ¿No tienes miedo de hacer esto? Ella decía: 'Pasará lo que tenga que pasar. Sólo tengo que ser inteligente y tomar las precauciones que deba tomar, y luego estoy en manos de Dios'. Y así vivió su vida".
Su gran amigo Chris Cortazzo también quiso dar a conocer la valentía y el coraje que tuvo Shannen hasta el final. "Fue una verdadera guerrera durante todo el proceso. Luchó muy duro. De hecho, nunca pensé que se fuera a morir. Todavía no puedo creerlo, pero nunca se quejó", confesó. "Ella no quería la compasión de nadie. Nunca había visto algo así en mi vida. Ella era de otra raza", expresó muy emocionado. A él precisamente la actriz le nombró albacea y le entregó la lista de asistentes que quería que fuesen a su funeral para que su despedida se convirtiese en un "festival de amor" y no de hipocresía