José María Almoguera evitó referirse a su madre Carmen Borrego en el estreno al que acudió hace unos días, que supuso su debut en un evento público. Tampoco quiso hablar con ella durante una breve intervención telefónica en el programa ¡De viernes!, donde se rendía homenaje a su abuela. Sin embargo, es precisamente Carmen Borrego la protagonista de las últimas declaraciones de José María, unas palabras que llegan una semana después de las de su exmujer, Paola Olmedo, y en las que responde a la pregunta que está en el aire desde hace tiempo. ¿Ha habido un acercamiento con su madre?
El hijo de Carmen Borrego rompe su silencio para hablar de los motivos que le han llevado a poner distancia con la colaboradora. “No confío en mi madre” asegura en Lecturas. Explica que cuando se casó dejó de ser una persona anónima y eso le pasó factura. “Mi vida nunca va a ser normal. Fue traumático” comenta. Asegura que quiere que le conozcan de verdad pues se han dicho de él muchas cosas que no son ciertas y además le duelen. “Pensaba que con mi silencio todo iba a acabar, pero no ha sido así (…) Lo he pasado muy mal cuando alguien en la calle ha venido a increparme y me han dicho que si soy mal hijo, que si soy un sinvergüenza” dice.
Comenta que el trabajo en televisión de su madre, en algunos programas, le ha afectado, pues se abrió la puerta a que hablaran de su vida. No considera sin embargo que su madre sea mala sino que “se ha equivocado en cosas” y dice que ella no sabe el dolor que ha pasado él porque “no hablan”. Explica por qué le dio mal a su madre el nombre del hospital donde nació su hijo y asegura que fue un error, pero que no quería que la siguiera la prensa en aquel momento. Se confiesa afectado cuando ve a su madre llorar en televisión, pero añade “que no sabe dónde empieza el personaje y dónde su madre”. Matiza sin embargo que sabe que las “lágrimas son reales”, pero apunta que las lágrimas son para los momentos privados y no para “delante de los espectadores”.
A la pregunta de si abriría la puerta de su casa a su madre responde que sí, pero explica. “Otra cosa es que tengamos una conversación. Esto no es una invitación, no estoy pidiendo nada. ¡Que quede claro! El día que lo necesite lo pediré. A lo mejor decide no llamarme por no discutir”. Añade que el mensaje que le envió en ¡De viernes! no implica una reconciliación y que solo significa que es educado y no niega el saludo a nadie. También cuenta que es verdad que ha tratado de no encontrársela en alguna ocasión por los pasillos de la cadena.
José María cuenta que nadie ha influido en el distanciamiento con su madre y que él sí ha intentado no separase de ella. Aunque ha aprendido a vivir con ello, pues antes de que él se separara de su mujer ya estaban distanciados, es algo que “le ha quitado el sueño”. Sobre el reproche que hace Carmen Borrego de que no ve a su nieto, José María explica que “lo único que no quiere es que haya prensa cerca de mi hijo”. “He dicho que no quiero verla yo, pero yo no sé si mi hijo la quiere ver (…) Si esto sigue así algún día me dirá: ‘¿Qué pasa con mi abuela?’. Ya veré cómo me enfrento a eso”. Explica además que el distanciamiento de su madre no tiene que ver con un tema económico como se ha especulado. En estas declaraciones, José María se confiesa además dolido porque se ha dicho que no estuvo muy presente durante la enfermedad de su abuela. "Me molesta que eches por tierra todo lo que yo soy".
Su intervención telefónica en televisión
Carmen Borrego explicó en el programa en el que colabora Vamos a ver, cómo se sintió al escuchar la intervención telefónica de su hijo. “No tenía ni idea. Ni me podía imaginar que él pudiera entrar por teléfono... pero en ese momento en el que yo tengo la primera posibilidad en siete meses de tener una relación con él, un 'hola', o 'adiós'... es lo que me hizo desbordarme” contó. Y es que cuando intervino José María por teléfono para recordar a su abuela, María Teresa Campos, ella se emocionó.
Contó que entiende que no era el momento de hablar de su situación y reconoció que han intercambiado algunos mensajes, que por ahora quiere guardar en privado. "No estoy bien, lo saben los que me conocen... El acercamiento con mi hijo se debe realizar a través de la familia, espero que el último eslabón de esa familia sea yo, su madre. El paso que él da para entrar a hablar de su abuela es un paso positivo, aunque se equivocara al no saludarme. Pero, de verdad, creo que no era el momento, sé que lo llamaron para que hablara de su abuela y él estaba muy nervioso" aseguró.