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El mes de septiembre marca el inicio de un curso que para Tamara Falcó llega cargado de nuevos retos y muchas ilusiones. Tras un verano "maravilloso y supercompleto" en el que ha disfrutado de paradisiacos viajes con Íñigo Onieva además de escapadas familiares, la marquesa de Griñón afronta la rentrée con gran ilusión. De sus próximos pasos personales y profesionales, los deseos que espera hacer realidad y las sensaciones que ha tenido en su nuevo proyecto televisivo ha hablado durante la inauguración de la exposición Pedro del Hierro. Del maestro a la marca.
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De Maldivas a Colombia pasando por las islas Seychelles, la ruta estival de Tamara e Iñigo ha sido apasionante. Además, tenían un importante motivo por el que brindar: su primer aniversario de boda. Doce meses como matrimonio en los que, según ha contado la aristócrata, "hemos aprendido mucho de la convivencia". Con su habitual naturalidad y sentido del humor, ha explicado que su marido no solo la saca de su zona de confort, sino que a veces también se sacan de sus casillas mutuamente. Pero al margen de estos roces habituales, hace un balance "positivo" y resalta que han aprendido "mucho de la convivencia y el uno del otro".
Para la marquesa de Griñón, la familia es un pilar fundamental y nunca ha ocultado su intención de ser madre. Sobre este asunto ha aclarado los pasos que ha dado y ha adelantado los próximos movimientos que tiene previstos para hacer su deseo realidad: "Empecé con un programa que se llama Fertilitas. Todos los temas de fertilidad son muy exhaustivos y exigentes, así que ahora me he tomado un tiempo".
La única hija de Isabel Preysler y el recordado Carlos Falcó ha desvelado que ahora está buscando una forma "más holística de hacer las cosas". En este proceso, se está cuidando con deporte, vigilando su microbiota y tiene la certeza de encontrarse en manos de muy buenos profesionales. "Cuando Dios quiera y si Dios quiere", ha dicho sobre un posible embarazo.
Va paso a paso y no quiere adelantar acontecimientos, pero Tamara sí tiene claro qué nombre le pondría a su bebé. Si tuviera una niña elegiría Isabel ya que es el nombre de su madre y lo llevan también tanto sus hermanas, Chábeli y Ana, como ella. Por el contrario, si fuese un niño, cedería a los deseos de su marido, al que le haría ilusión que se llamara Íñigo, como él.
La marquesa de Griñón sigue dando pasos en su carrera televisiva y acaba de debutar como jurado de Got Talent, donde se siente muy cómoda. "La llegada ha sido maravillosa, es un programa superasentado y la gente lleva allí diez años, tienen el formato superestudiado", ha dicho. Además, está muy contenta por el recibimiento que le han dado Paula Echevarría, Risto Mejide y Florentino Fernández: "Mis compañeros han sido muy amables desde el principio".
Metida en su papel de jueza, ha comentado con gran simpatía qué nota le daría a Julio Iglesias y a sus hermanos, Enrique y Julio Iglesias Preysler, si los tuviera en el escenario del concurso de Telecinco. "Julio Iglesias recibiría el pase de oro por icónico, Enrique porque mi generación se identifica con su música y Julio porque tiene el carisma más absoluto", ha dicho Tamara, a la que le gusta escuchar desde música religiosa a reguetón e indie.
Tamara ha apostado para esta cita, que llega en la antesala del arranque de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, por un vestido de satén color lila con escote en pico y falda evasé con un lazo morado. Se trata de una de las prendas de la colección que tiene con Pedro del Hierro, firma que cumple medio siglo de éxitos que celebra con la citada exposición que repasa su historia en el museo Lázaro Galdiano. Un recorrido por su historia del que han disfrutado también Sara Carbonero, Isabel Jiménez y Lulú Figueroa Domecq, entre otros rostros conocidos.