Desde su retirada en 2021 como entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane ha estado completamente volcado en su familia. Alejado en gran medida de la vida pública, el exfutbolista francés vive a caballo entre Madrid y Marsella pues es en España, concretamente en Andalucía donde actualmente residen tres de sus cuatro hijos por cuestiones profesionales o mejor dicho, por cuestión de colores. Y es que aunque había muchas papeletas para que su prole heredara su pasión por el fútbol, el exjugador jamás imagino que todos ellos – Enzo, de 29 años, Luca, de 26, Theo, de 22, y Elyaz, de 18, – seguirán sus pasos en el terreno de juego y que él se convertía, sin lugar a duda, en su mejor "entrenador" y en su fan número uno.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Convertidos en una familia muy unida, tanto en lo buenos como en los malos momentos, han demostrado en más de una ocasión que son una auténtica piña y el día de ayer no fue una excepción. Zinedine Zidane quiso acudir a ver jugar a su hijo Theo, quien este año se ha convertido en jugador del Córdoba y lejos de hacerlo solo, lo hizo acompañado por su mujer, Verónique Fernández, con la que lleva casado tres décadas, y dos de sus hijos, Luca, quien actualmente milita como portero en las filas del Granada y Elyaz, quien juega en el Real Betis Balompié. El gran ausente en esta jornada tan singular fue el hijo mayor del astro francés, Enzo, quien actualmente está sin equipo y quien se encuentra volcado en su papel de padre de tres niñas junto a su mujer, la modelo venezolana, Karen Gonçalvez.
A pesar de que todos ellos trataron de pasar desapercibidos a su llegada al estadio Nuevo Arcángel, la presencia de Zinedine no pasó inadvertida para los aficionados del Córdoba que no salían de su asombro al ver al exentrenador merengue ocupar una localidad en la grada para ver jugar a su hijo frente al Málaga.
Aunque ni el exjugador francés ni su familia pudieron celebrar ningún tanto, pues el encuentro finalizó con empate a cero, lo cierto es que disfrutaron mucho de esta escapada cordobesa de la que dio buena cuenta el extécnico compartiendo una divertida fotografía con sus seguidores en la que Luca lucía un original sombrero.
Lo cierto es que a sus 52 años, Zinedine Zidane parece tener muy clara sus prioridades y aunque el exjugador ha recibido numerosas ofertas para volver a sentarse en el banquillo como entrenador, parece que, de momento, el papel más importante de su vida pasa por ejercer de marido, padre y abuelo a tiempo completo y no por volver a dejarse la piel en los terrenos de juego.