La actriz Tori Spelling ha atravesado sin duda una de las etapas más complicadas de su vida. La artista, de 51 años, se separó hace un año de Dean McDermott, de 57 años, una decisión tras la que desafortunadamente tuvo que hacer frente a diversos contratiempos que convirtieron su vida en una montaña rusa. Pasados estos meses tan delicados, la actriz ha comenzado una nueva etapa, dejando atrás el pasado y concentrándose en su familia y en seguir adelante.
Uno de los proyectos ilusionantes que afronta en el terreno profesional es su participación en el concurso Dancing with the stars, donde diversos rostros conocidos demuestran su talento en la danza. Fue precisamente una de sus grandes amigas y compañeras en Sensación de vivir, la actriz Shannen Doherty (murió el pasado julio a causa del cáncer que padecía desde hace años), quien la inspiró para dar este paso. “Sin duda me dio fuerza para recuperar mi poder. Como ella diría, esa especie de ‘ir a por ello’. Y eso se ha quedado definitivamente en mi corazón”.
Una situación financiera delicada
No solo ha tenido que enfrentarse Tori a la triste muerte de su amiga sino a una situación financiera complicada. A pesar de que su padre, Aaron Spelling, fue uno de los productores más poderosos de la televisión y el cine, con una fortuna estimada de casi 500 millones de euros, ella solo recibió una herencia de casi 800.000 dólares tras su muerte en 2006. Como dijo en una ocasión "está acostumbrada a un tipo de vida llena de lujos a los que no quiere renunciar".
Además después de poner fin a su matrimonio, la artista tuvo que hacerse cargo de los gastos y cuidados de sus cinco hijos, Liam Aaron McDermott, de 17 años, Stella Doreen, de 15, Hattie Margaret, de 12, Finn Davey, de 11 y Beau Dean, de 7. Cinco niños que, como ella misma asegura, quieren en el futuro tener estudios universitarios. “Si tienes varios niños, como es mi caso, que van a la escuela y a la universidad, los precios son desmesurados. Pagarlos es simplemente una locura" comentó en su podcast Misspelling.
Solucionado su problema con la vivienda
A esta situación económica, sumó sus problemas con la vivienda. Debido a que encontraron moho en su mansión después de que su marido se marchara de casa, se tuvo que trasladar a una caravana con los niños. Una situación sin duda muy delicada pues eran seis personas viviendo en un espacio muy reducido. Duró unas semanas este alojamiento provisional hasta que encontró una casa. Allí tampoco tuvo mucha suerte pues tuvo un enorme susto cuando la policía intervino en un percance con un vecino y desalojó la zona.
La actriz encontraba este año por fin una casa de cinco habitaciones y tres baños en el valle de San Fernando, donde se mudaba con sus hijos. Paga unos 15.000 euros al mes por una superficie de cerca de 3000 metros cuadrados en una casa que cuenta además con tres baños. Tiene piscina, una zona de spa y una cocina totalmente equipada, una vivienda de lujo perfecta para un nuevo comienzo y que ya está poniendo a su gusto.
Curar las heridas del corazón
Su corazón también se está recuperando del fracaso de su matrimonio, una unión en la que, parece, hubo algunas infidelidades por parte de Dean. A pesar de que fue ella quien tomó la determinación de presentar los papeles del divorcio, no fue fácil. Ella misma confesó que había estallado en llanto después de hablar con él por teléfono para comunicárselo. Además la muerte de Shannen Doherty fue un duro golpe que le trajo a la memoria muchos recuerdos de su juventud y la época que compartieron en la serie Sensación de vivir.
Tori no ha cerrado las puertas, como se puede comprobar, a sus proyectos (además del talent de baile sigue al mando de su podcast), ni al amor. La pasada primavera se la vio besando al empresario estadounidense Ryan Cramer, que trabajó como diseñador de juegos para Microsoft, como director de arte en Toyota/Lexus y en iFilm y como director ejecutivo de la agencia Neuron Syndicate Inc. Nuevos y emocionantes inicios sin duda.