La vida de Daniel Sancho ha dado un giro desde que fue condenado a cadena perpetua por el asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Tras pasar más de un año en la cárcel de Koh Samui, donde fue detenido provisionalmente en agosto de 2023, Sancho ha sido trasladado a la Prisión Central de Surat Thani, una institución conocida por sus duras condiciones de vida y la alta peligrosidad de sus reclusos.
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El traslado, que ha tomado por sorpresa tanto a su familia como a sus abogados, fue ejecutado de manera fulminante por las autoridades tailandesas. Sin previo aviso, Sancho fue llevado en un furgón blindado a este nuevo destino, ubicado en una tranquila pero desolada zona de la provincia de Surat Thani, una zona rural del país. A su llegada, su primera pregunta revelaba la nueva y difícil situación a la que se enfrenta: "¿Habla alguien inglés?" preguntó Sancho, tal y como transmitía la agencia EFE. Esta consulta refleja la preocupación de Daniel al pisar el nuevo centro penitenciario, poniendo en manifiesto su temor ante la barrera lingüística que enfrentará en su nuevo entorno, donde la mayoría de los reclusos y el personal solo hablan tailandés.
Sancho, que no domina el idioma local, ha solicitado la ayuda de un intérprete para poder comunicarse en la prisión. En Koh Samui, había logrado adaptarse en cierta medida gracias a la presencia de otros extranjeros y al trato cordial de las autoridades penitenciarias, quienes incluso lo mantuvieron en la enfermería durante un tiempo considerable para garantizar su seguridad y tranquilidad. Sin embargo, en Surat Thani, el escenario es muy distinto. Este centro acoge a prisioneros condenados a penas que van desde los 15 años hasta la muerte, y la mayoría de ellos son locales, con solo unos pocos extranjeros, principalmente de países vecinos como Birmania y Camboya.
Las primeras horas de Sancho en esta nueva prisión han sido difíciles. Al llegar, fue puesto inmediatamente en cuarentena por COVID-19, un procedimiento que sigue siendo habitual en Tailandia. Durante este período, que durará entre seis y diez días, no podrá recibir visitas de familiares, aunque sí podrá estar en contacto con sus abogados. Una vez finalizada la cuarentena, las autoridades penitenciarias decidirán en qué zona será ubicado, una decisión crucial ya que la prisión de Surat Thani es conocida por su masificación y las duras condiciones de vida.
El traslado de Sancho a esta prisión se produce en un momento crítico, cuando su defensa prepara un recurso para apelar la sentencia que lo condenó a cadena perpetua. Aunque el proceso legal está lejos de terminar, y aún queda la esperanza de un posible traslado a España, la realidad es que Daniel Sancho tendrá que enfrentar un futuro incierto en una de las prisiones más duras de Tailandia.
Este nuevo capítulo en la vida de Sancho marca un punto de inflexión. Atrás quedan los días en Koh Samui, donde, a pesar de las circunstancias, había logrado cierta estabilidad. Ahora, en Surat Thani, la situación se presenta desafiante. Mientras espera el desenlace de su apelación y un posible traslado, Sancho deberá adaptarse a una realidad donde el idioma, las condiciones y la compañía serán obstáculos adicionales en su complicada situación.