Brooke Shields está experimentando en su propia piel el síndrome del nido vacío. La actriz es madre de Rowan, de 21 años (que que se marchaba a la universidad hace ahora un año) y de Grier, que tiene 18 y que acaba de seguir los pasos de su hermana mayor. Por eso, la intérprete de 59 años está sintiendo un conjunto de emociones que sufren muchos padres cuando sus hijos ya adultos se van de casa, y que tienen que ver con la soledad, el vacío o la sensación de pérdida del sentido de la propia vida tal y como se estudia en psicología. La intérprete de 'Aprendiendo a vivir' ha expresado a sus más de dos millones de seguidores lo duro que está siendo para ella tener a sus dos hijas lejos de casa, tanto es así que no ha podido evitar las lágrimas al hacerlo. ¿Quieres verlo? ¡No te pierdas el vídeo!