Son momentos de inmenso dolor para la familia Goyanes. Dos semanas después de la inesperada muerte de Carlos Goyanes, su hija Caritina moría repentinamente de un infarto en Marbella a los 46 años, una noticia que ha sumido de profunda tristeza no solo a sus familiares, sino a la infinidad de personas que la querían. A última hora de este lunes se instalaba la capilla ardiente en el tanatorio de San Pedro de Alcántara (Málaga) para dar el último adiós a la hija de Cari Lapique y veíamos sobrecogedoras imágenes de Carla Goyanes abrazándose a Antonio Matos, viudo de Caritina, o a Cari Lapique llegando a Málaga completamente desolada.
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A las 11:30 horas se ha ofrecido una misa en la Capilla de la Inmaculada Concepción en Guadalmina por el eterno descanso de Caritina, una esposa y madre feliz con dos hijos Pedro y MiniCari, de 14 y 11 años, que al igual que el resto de la familia están destrozados. Con el semblante lleno de dolor asistían a este emotivo responso para pedir por el eterno descanso de su alma. Inés Domecq, María Zurita, José María García y su hijo Lucho, Rosauro Varo, Laura Vecino, Eugenia Silva y Alfonso de Borbón se unían al dolor de la familia, conmovidos y sin poder llegar a creer esta dolorosa perdida. Nuria González, Luis Alberto Salazar-Simpson y su esposa, Isabel, Elena Benarroch, Ana Gamazo, Begoña García-Vaquero y Tomás Terry, entre muchos otros, también han querido mostrar sus más sinceras condolencias.
Pasadas las once de la mañana llegaba el féretro con los restos mortales de Caritina Goyanes a la capilla de Guadalmina. Rota de dolor, Cari Lapique acudía a la misa, vestida de negro y sin soltar del brazo a su hija Carla, su hermana Myriam y acompañada también de su nieta MiniCari. Allí recibía las condolencias de sus seres queridos, que no han dejado de abrazarla y darle todo el cariño en estos momentos tan duros. Cientos de personas asistieron a esta emotiva despedida y han tenido que seguir el responso desde el exterior de la iglesia. Caritina era una persona muy querida en Marbella, donde pasó algunas de las etapas más felices de su vida.
Cari Lapique ha podido sentir muy de cerca el apoyo y el cariño, pero dificilísimo es ponerse en la piel de una mujer que en apenas 19 días se ha tenido que despedir del amor de su vida y de su hija mayor. Cari Lapique se encontraba en Mallorca en casa de su hermana Myriam recuperándose del mazazo que supuso la muerte de su marido, el empresario, Carlos Goyanes, cuando la sorprendió la devastadora noticia del fallecimiento de su hija. Destrozada y casi sin poder sostenerse en pie, llegaba este lunes por la tarde al aeropuerto de Málaga para reunirse cuanto antes con su hija Carla, su yerno, Antonio Matos, y sus nietos Pedro y MiniCari.
El marido de Caritina y sus hijos han recibido el pésame de familiares y amigos a la salida de la capilla. En medio de un completo y respetuoso silencio por parte de los asistentes, abandonaban el templo y les veíamos abrazarse a sus seres queridos. La niña no se soltaba del brazo de su tía Carla Goyanes, que no ha podido contener las lágrimas ante tantas muestras de afecto. A continuación los restos mortales de Caritina Goyanes han sido trasladados a Madrid, donde se oficiará una misa -mañana, día 28 de agosto-, a las dos de la tarde en el tanatorio La Paz de Tres Cantos (Madrid) y será enterrada junto a su padre.
Nada hacia presagiar tan terrible final. Caritina Goyanes pasaba sus últimos días de descanso en Marbella antes de retomar su rutina en Madrid, donde tiene su negocio de hostelería, el catering, 'Sixsens', un gran referente en el sector del que todo el mundo habla maravillas. Llevaba casada con su marido Antonio Matos desde el 26 de julio de 2008 y a él le dedicaba cariñosas palabras en su último post. "¡16 años! Y 16.000 millones de veces te volvería a elegir para recorrer este camino juntos. Te quiero". La empresaria no solo adoraba a su marido, sino también a sus dos hijos. De su niño Pedro decía que es "todo corazón" y de MiniCari, que era dueña de una personalidad "única": "Es buena, generosa, cariñosa, responsable, superdivertida, listísima y rápida".
Los Goyanes siempre han estado muy unidos, por lo que no será nada fácil superar el duelo. "Somos una familia que está todo el día junta. Yo vivo un piso más abajo de mis padres y mis hijos siempre pasan un rato con sus abuelos. Y, aunque nos escapemos un “finde”, las vacaciones son en familia", confesaba Caritina en la última entrevista que concedió hace cuatro meses a la revista ¡HOLA! En ella se mostraba tal y como era: una mujer emprendedora y muy querida. Aquellos que la conocían solo tienen buenas palabras hacia ella: era muy buena persona, cariñosa, transparente, familiar y muy amiga de sus amigos. De ahí, tan cálida y afectuosa despedida.