Hay imágenes que valen más que mil palabras. El abrazo entre Carla Goyanes y su cuñado Antonio Matos al encontrarse en el tanatorio de San Pedro de Alcántara (Málaga) para dar el último e inesperado adiós a Caritina, su hermana y esposa respectivamente, es sobrecogedor y, para ellos, absolutamente doloroso.
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Carla ha llegado al velatorio pasados unos minutos de las nueve de la noche. De la mano de su marido, Jorge Benguria, caminaba cabizbaja hasta que el abrazo desesperado de su sobrina Cari, cariñosamente conocida como 'Minicari', ha interrumpido su paso decidido a la capilla ardiente. No ha tardado apenas unos segundos en unirse Antonio Matos en un sentido, emocionado y devastador abrazo a tres antes de permitir a Carla seguir su camino para despedir a su hermana, eso sí, sin soltar a su sobrina ni un momento al tiempo que Pedro, el hijo mayor de Caritina, buscaba también el cariño de sus tíos. Entonces ha sido Jorge Benguria el que ha pasado a dar consuelo a Antonio con otro cálido abrazo.
Además del esperado encuentro con su familia, en el tanatorio de San Pedro de Alcántara ha podido sentir también el apoyo de grandes amigos que han ido llegado a lo largo de la tarde, como Inés Domecq, María Zurita o José María García, padrino de bautizo de Carla, que ha ido acompañado de su hijo Luis García Fraile.
Carla y Caritina eran hermanas, pero también amigas inseparables. Tan solo se llevaban cinco años y, a pesar de tener personalidades muy distintas, se compenetraban a la perfección. Carla formó una numerosa familia con Jorge Benguria, con el que tiene tres hijos y su hermana se casó en 2006 con Antonio Mato, padre de sus dos hijos. Su cariño y complicidad se trasladó también entre los primos, los cuñados y por su puesto entre tías y sobrinos, como queda patente en las sobrecogedoras imágenes de esta tarde. Eran un apoyo fundamental la una para la otra, como lo fueron tras la reciente pérdida de su padre, Carlos Goyanes, hace tan solo 19 días. Su madre, Cari Lapique, se encontraba en Mallorca en casa de su hermana Myriam cuando la sorprendió la devastadora noticia. Destrozada, no ha tardado en trasladarse en avión a Málaga para reunirse cuanto antes con Carla, su yerno y sus nietos y dar el último adiós a su hija mayor.
Después del duro golpe que supuso despedir a su pare, Caritina pasaba en familia los últimos días de verano antes de retomar la rutina en Madrid. Sin embargo, este 26 de agosto, todo cambió cuando comenzó a sentirse indispuesta. Su marido la trasladó rápidamente al hospital más cercano, Hospiten, donde ha sufrido un paro cardíaco que no ha podido superar, según han certificado los médicos.