Tres semanas después de la repentina pérdida de Carlos Goyanes, que trataban todavía de asimilar, la familia ha recibido un mazazo difícil de superar con la muerte de la hija mayor del empresario, Caritina Goyanes, quien tenía 46 años y ultimaba las vacaciones en Marbella. En medio de una gran conmoción, y sin poder creerse lo sucedido, su círculo íntimo se ha acercado a la capilla ardiente para apoyar a su madre, su hermana, su viudo y sus dos hijos, que siempre fueron su motor y se enfrentan al momento más doloroso de sus vidas.
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A última hora de la tarde ha quedado instalada la capilla ardiente de la empresaria, quien tenía su propio catering llamado Sixsens, en el tanatorio malagueño de San Pedro de Alcántara, donde han comenzado a acercarse sus familiares y amigos. Carla Goyanes ha llegado devastada de la mano de su marido, Jorge Benguría, para despedir a su adorada hermana, de la que siempre destacaba su generosidad, alegría y energía. Ambas eran inseparables.
A las puertas, Carla se ha fundido en un largo abrazo con su sobrina MiniCari, que ha ido rápido hacia ella al verla llegar. Ese mismo gesto se ha repetido con su sobrino Pedrito y con su cuñado, Antonio Matos, quien celebraba en julio su 16º aniversario de boda con Caritina. Los cuatro han entrado juntos y agarrados al tanatorio y unos pasos por detrás ha accedido Jorge, que se ha parado a saludar a algunas personas del entorno familiar.
Una de las primeras personas en llegar ha sido la diseñadora Inés Domecq, con su mirada protegida bajo unas gafas de sol. La marquesa de Almenara también apoyó a la familia cuando murió Carlos Goyanes. Además, han mostrado sus condolencias Rosauro Varo, Alfonso de Borbón y la madre de este, Marisa Yordi.
José María García apenas podía hablar a su llegada al velatorio acompañado de su hijo menor, Luis García Fraile. Ha recibido el pésame de los medios de comunicación allí presentes antes de entrar a la sala. Para el periodista se trata de una trágica pérdida ya que Caritina era para él un miembro la familia debido a la gran amistad que tenía desde hace décadas con Carlos Goyanes, al que consideraba un hermano. Además, es el padrino de bautizo de Carla.
María Zurita ha querido acompañar los Goyanes Lapique. Para la sobrina del rey Juan Carlos también está siendo un verano difícil ya que el 12 de agosto perdía a uno de sus primos, Juan Gómez-Acebo. El segundo hijo de la infanta Pilar y Luis Gómez-Acebo murió a los 54 años debido al cáncer que padecía y su fallecimiento se produjo solo cinco meses después del de su hermano Fernando, al que en familia se referían cariñosamente como Coco.
También han acudido al tanatorio José María Amusátegui, expresidente del Banco Central, y su mujer, Amalia de León; y la princesa Tessa de Baviera, prima segunda de don Juan Carlos.
A lo largo de la tarde han llegado multitud de coronas de flores, todas de flores blancas. Una de ellas era de su madre, marido e hijos; otra de su hermana Carla, su cuñado Jorge Benguría y sus tres sobrinos; y también había una de sus primos, Felipe y Carlos Cortina, los hijos de Alfonso Cortina y Myriam Lapique.
Caritina pasaba en familia los últimos días de verano antes de retomar la rutina en Madrid. Este 26 de agosto, durante su estancia en la Costa del Sol, se ha encontrado indispuesta y su marido la ha trasladado rápidamente al hospital más cercano, Hospiten. En este centro sanitario ha sufrido un paro cardíaco que no ha podido superar, según se ha certificado por parte de los médicos. Hace solo 19 días, también en Marbella, fallecía repentinamente su padre.