Carola Escámez, exmujer del Miki Nadal y madre de su hija mayor, Carmen, ha celebrado, durante este mes de agosto, el primer cumpleaños de su benjamina, Covadonga, fruto de su matrimonio con Roberto. Martín. La pareja formada por la extiradora olímpica y el entrenador va viento en popa desde que en el año 2020 se confirmara su historia de amor, después de que la deportista olímpica se separara del humorista. Ella, de 36 años, y él, de 28, se conocieron cuando Miki Nadal tomó la decisión de cambiar su estilo de vida. Fue entonces cuando el cómico se puso en las manos de Roberto y logró perder 10 kilos, plan al que Carola se sumó sin imaginar que se convertiría en su marido y padre de su segunda hija.
Un divorcio complicado y varias polémicas
Carola ha querido compartir a través de sus redes sociales unas imágenes de su verano, en compañía de sus dos hijas y de su actual pareja, feliz y relajada. Algo de paz tras el el arduo divorcio de Carola con el colaborador de Zapeando, marcado por una polémica batalla legal; sumado a la última polémica por las declaraciones de la actual pareja de su ex, Helena Aldea, en las que arremetía, supuestamente, contra Carola. "Te conocí haciendo de padre y madre. Por entonces me fascinaba tu esfuerzo y labor porque tu primogénita se educase con unos valores familiares y honestos. Has lidiado y lidias con situaciones provocadas por una maldad huérfana de inteligencia, y aún así siempre has sido un caballero con la infinita prioridad de la felicidad de tu hija", publicó.
La respuesta de Carola no se hizo esperar: "Hablan porque saben que siempre guardo silencio, como todos estos años. Hablan porque saben que estaré callada por respeto a una menor y juegan con esa baza. Hablan porque saben que no me defiendo, ni ataco en redes sociales y porque no necesito tener likes, ni robados posados, ni fama, ni caer mejor o peor. No voy a eventos excepto que sean de amigos, no doy exclusivas, ni filtro cosas inciertas por detrás. Me dedico a mis hijas, familia y amigos 24/7", comenzó explicándose a través de sus redes sociales. "Recordad que quienes hablan públicamente y filtran (contando su versión), son quienes pasan tiempo (poco, por cierto) con mi hija mayor, imaginad que oirá de esos adultos sin público, en privado, de su madre. Aterrador para una estabilidad emocional de un menor", señaló.
Una segunda boda y dos vestidos de novia
La boda religiosa entre Carola y Roberto se celebró en la basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y el banquete y la fiesta posterior tuvieron lugar en la Finca El Campillo, en San Lorenzo de El Escorial. Un día muy especial, donde la pequeña Carmen llevó las arras y donde la novia lució dos vestidos: el primero, un diseño clásico con cola y velo, firmado por Rosa Clará. El segundo, un vestido corto, muy cómo para poder para bailar al son de la banda de pop rock que los novios contrataron para disfrutar junto a sus invitados.