Aún quedan días de verano como cantaba Amaral y la actriz mexicana Salma Hayek se ha propuesto disfrutarlos hasta el final. Tras portar la antorcha olímpica en París 2024, apoyar a su amiga Zoë Kravitz en su debut como directora con Parpadea dos veces y celebrar por todo lo alto el cumpleaños número 88 de su suegro, el millonario empresario François Pinault a bordo de su lujoso ya en la Bretaña, la intérprete veracruzana ha puesto rumbo a Ibiza para pasar unos días de descanso en nuestro país.
Salma, quien cumplirá 58 años este próximo 2 de septiembre, aprovechó una jornada en alta mar para compartir con sus seguidores una serie de fotografías en las que además de presumir de sus atractivas curvas con un biquini amarillo también mostró su cabello canoso, algo que fue muy aplaudido por sus fans. "Bikini amarillo + Cabello blanco = combinación perfecta" escribió la actriz, quien posó con la bandera de España de fondo.
Consciente de los estereotipos que reinan en Hollywood y de lo difícil que es mantenerse en la escurridiza cima de la meca del cine, la actriz ha aprendido a valorarse y quererse a pesar del paso del tiempo y ha superado esas inseguridades que tanto daño la hicieron en el pasado dándose cuenta de que la edad no tiene por qué estar reñida con la sensualidad. "No piensen que por cumplir años se les quita lo sexy", explicó Salma en el programa El Gordo y la Flaca hace unos meses, durante el estreno de la película Magic Mike: el último baile. "La sensualidad es una parte del ser humano que se puede transformar de muchas maneras, es una energía que no tenemos por qué perderla. Además, es vital", agregó.
Casada desde 2009 con el magnate francés François-Henri Pinault, CEO del conglomerado de lujo Kering y padre de su hija Valentina Paloma, de 16 años, Salma atraviesa un magnífico momento tanto a nivel personal como profesional y jamás ha olvidado sus humildes comienzos y lo mucho que le costó hacerse un hueco en este exigente mundillo, en el que comenzó tan solo unos años antes que su gran amiga, Penélope Cruz, a quien llegó acoger en su casa, tal y como contó en una ocasión la actriz madrileña.
"La primera vez que fui a Los Ángeles nosotras no nos conocíamos, sólo la conocía por teléfono. Y llegué aquí a hacer una película, así que tenía mi pasaje de regreso, venía por dos meses y no conocía a nadie" reveló Penélope. "Fue increíble que alguien a quien yo no conocía, que conocía sólo a través del teléfono, se asegurara de ir a buscarme al aeropuerto y no me dejara irme a un hotel".
Pero eso no fue todo, pues durante la primera noche que las dos actrices durmieron bajo el mismo techo, Penélope sintió mucho miedo y acabó durmiendo pegada a la mexicana "Terminé durmiendo en su habitación porque tenía miedo, así fue como nos conocimos. Además de todo eso, ella dice que en la mitad de la noche yo le di la mano porque estaba asustada, no lo sé, estaba soñando" añadió la actriz que desde entonces mantiene una inquebrantable amistad con Hayek.