Cristina Iglesias ha vuelto un año más a su paraíso marbellí de descanso y diversión, desde donde ha reaparecido públicamente tras asistir al concierto que Sebastián Yatra daba en el Festival Starlite Occident. Allí, la veíamos disfrutar entre el público acompañada por Sandra García-Sanjuán, fundadora y presidenta ejecutiva del grupo empresarial que organiza dicho evento musical.
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Acompañada por otra amiga, veíamos a la bellísima joven sonreír frente la cámara mientras era inmortalizada durante la velada celebrada este sábado. Con su espectacular cabello largo y rubio que adornaba con una minitrenza, lucía su piel bronceada con la espalda descubierta con ese top de color blanco que llevaba.
La hija de Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger no quiso perderse el único recital que el cantante colombiano ha ofrecido este verano en nuestro país, el mismo escenario donde la ex del artista latino, Aitana Ocaña, actuó en dos ocasiones durante los últimos meses. Un noche mágica, la de ayer, que también vivieron en directo otros VIPs como Amelia Bono.
La presencia de Cristina Iglesias allí obedece a su estancia en la Costa del Sol, donde suele pasar la época estival en la fabulosa finca familiar de Las Cuatro Lunas. Junto a su hermana gemela, Victoria, disponen de una extensión repleta de naturaleza y animales en las que ambas se relajan bajo el calor del sol o se dan un chapuzón en la piscina.
Una de las particularidades de esta propiedad es que tiene una cuadra en sus terrenos, ya que a las dos les encanta montar a caballo. De hecho, este fin de semana, tanto Cristina como Victoria han compartido desde ahí en su perfil social algunas imágenes practicando una de sus grandes aficiones: la equitación.
También les gusta cuidar y dar paseos con sus perros, como se ha visto en su última publicación donde una de sus mascotas se refrescaba de las altas temperaturas con un aspersor. Una curiosa secuencia en la que Victoria, con humor, reconocía en pocas palabras que a ella también le gustaría hacer lo mismo.
Las hijas de Julio y Miranda, que cumplieron 23 años el pasado 1 de mayo, agotan por tanto los últimos días de vacaciones antes de regresar a su residencia en Miami (EE.UU.). Tanto allí como aquí, con una vida marcada en los últimos tiempos por la discreción y la privacidad, al igual que sus padres.